sábado, 18 de septiembre de 2010

Racing salió de perdedor con una goleada

El equipo de Russo derrotó a Lanús por 4 a 0 en un partido que se le allanó a Racing justo al final del primer tiempo con un gol de Martínez y la expulsión de Pelletieri. A los 18 minutos Gio Moreno marcó de penal y Lanús recibió otra expulsión. Los otros goles llegaron con el resultado ya sellado, el tercero fue de Cahais y el cuarto de Hauche.

Racing obtuvo un valioso triunfo ante Lanús, en un partido que hasta el final del primer tiempo había sido parejo, pero una jugada clave lo cambió y lo torció a favor de la Academia. En el minuto 42 Matías Martínez cabecea una pelota que rechazó mal Erramuspe y Marchesín despejó claramente adentro del arco. Abal convalida el gol a instancias de su ayudante, lo que genera una protesta por todos los jugadores granates, que siguen protestando aún una vez reanudado el juego hasta que el árbitro expulsó al capitán visitante, Agustín Pelletieri.

El primer tiempo fue muy peleado y friccionado, con ambos rivales queriendo hacer las cosas bien, pero no podían soltarse debido al mal momento de cada uno.

Hasta el gol de Martínez las cosas habían sido parejas, Racing tenía más llegadas, pero las pocas de Lanús eran muy claras. Un par de centros de Toranzo, el primero lo cabeceó Lugüercio desviado, luego Giovanni apenas por arriba. Lanús que contestaba con una jugada de Salcedo que tiró dos caños seguidos y remató fuerte y seco, pero De Olivera había leído la jugada y achicó todo el arco para desviar al córner.

Seguía el partido palo y palo, primero Marchesín controlaba muy bien un remate de Lugüercio desde la media luna luego de volear una pelota que le quedó picando luego de una guapeada de Moreno.

La más clara fue una pelota que Salcedo habilita a Romero y éste define por arriba de “Dida” cuando éste salió a apretarlo, pero el disparo se fue muy desviado. Enseguida De Olivera se volvía a lucir, esta vez ante un remate de Blanco luego de un grosero error de Aveldaño.

Enseguida Racing volvió a generar peligro con los tres de ataque, conectaron muy bien Toranzo, Gio y Lugüercio, que remató desviado.

Más tarde era Fernández el que llegada, con una apilada por izquierda pero también con poca puntería.

Hasta que a los 42 llegó el gol que le dio respiro a los de Russo, Fernández tiró el córner desde la izquierda, Lugüercio desvió en el primer palo, Erramuspe despejó muy mal para arriba y para atrás dejando a su arquero a contrapierna, Martínez cabeceó adentro del área chica. Marchesín se esforzó para sacarla, pero tanto él como la pelota ya estaba adentro.

Los jugadores visitantes protestaron airadamente, tanto es así que el arquero se ganó una amarilla, pero las protestas siguieron y también se ganó la roja el capitán.

El panorama no podía ser mejor para Racing, se iba al descanso con un gol arriba y un jugador más que el rival que para colmo ya había realizado dos cambios para el mismo puesto, porque Salcedo había entrado por el lesionado Regueiro y luego se tuvo que retirar también lesionado.

Con este panorama Racing salió a jugar el segundo tiempo, sabiendo que tenía que hacer circular la pelota, y no solo lo sabía, lo hacía. Con Yacob como eje, con Giovanni tirando lujos, con Fernández y Lluy bien abiertos, con Toranzo y Lugüercio pidiéndola siempre, y ante un rival que no podía contener a los locales y que no generó una solo jugada de peligro en todo el segundo tiempo.

Los que sí llegaban eran los de Russo, que tuvieron unas cuantas claras pero no podían concretar, primero tiró desviado Toranzo, luego Moreno remató desviado desde lejos cuando tenía cuatro pases posibles, luego Fernández terminó mal un contragolpe, más tarde Giovanni voleó apenas desviado, hasta ahí parecía que Racing estaba sobrando la situación, hasta que apareció otra vez en escena Martínez, que cabeceó otro córner, bien abajo y exigió a Marchesín que esta vez sí salvó en la línea, recién ahí, a los 15, Racing se dio cuenta que tenía que volver a marcar y dejar los lujos.

A los 17 Giovanni Moreno le puso bien el cuerpo a Castillejos para robarle la pelota, el volante lo siguió desde atrás pero no lo alcanzó, ante la salida de Hoyos la tocó por un lado y fue por otro, hasta que el defensor lo tomó de la camiseta y lo volteó dentro del área. Fue el mismo Giovanni el que un minuto más tarde le cruzó la pelota al arquero para convertir el 2-0.

Otra vez el nerviosismo le jugó una mala pasada a los visitantes, y dos minutos más tarde se quedó con otro jugador menos por la expulsión de Lugo, que le metió un codazo intencional a Toranzo.

Si Racing ya había hecho las cosas bien, ahora no tenía más que repetir lo hecho los primeros veinte, ya que tenía todavía más espacios, y así llegaron más jugadas.

A los 26 un pase entre líneas dejó a Cáceres frente al arquero pero muy abierto a la derecha, entonces el paraguayo decidió habilitar a Fernández, quien no pudo llegar por muy poco.

Y un minuto más tarde una jugada casi calcada definió todo, pase exquisito de Gio para Hauche que en posición de centrodelantero habilita con un pase cruzado a Cahais que definió tirándose al piso casi adentro del arco.

Llegó el aire para Russo, que realizó dos cambios con el partido liquidado, Licht por Toranzo y Roberto Ayala por Martínez.

Pero Gio estaba engolosinado, había convertido su primer gol y quería más. Probó varias veces desde lejos, pero en el último minuto Lluy rompió la línea de volantes y habilitó al colombiano, que primero la aguantó ante su marcador y en el mismo movimiento entró al área, de espaldas al arco la pisó, se dio media vuelta ante dos defensores y quedó mano a mano, lo más lógico era rematar con derecha pero parecía tan fácil que se tomó el tiempo de rematar con su pierna hábil, lo que le dio la chance al arquero a tapar el tiro, pero dio rebote, que capitalizó Hauche y definió con toda la bronca contenida para decorar el resultado.

Racing volvió al triunfo. ¿Fue justo? Si ¿Jugó bien? Más o menos ¿Este triunfo soluciona todo? No.

El triunfo fue justo, el primer tiempo fue parejo, con un Racing que tenía la pelota pero mucho no sabía qué hacer con ella y con un Lanús que metía unos contragolpes temibles que de no ser por De Olivera estaríamos contando otra historia. Pero marcó claramente el primer gol y fue el rival el que se perjudicó con las protestas.

Racing jugó más o menos, porque en el primer tiempo cuando los dos querían pero no podían soltarse intentó hacer las cosas bien aunque le faltó peso ofensivo más allá de alguna remate de larga distancia o algún centro, además mostró nuevamente algunos desacoples defensivos. Pero en el segundo tiempo, con todo a su favor hizo las cosas muy bien, hizo circular el balón, tiró pases entre líneas que generaron peligro constante.

Este triunfo no soluciona lo malo que se venía haciendo, porque a Racing se le allana el partido por la expulsión del mejor jugador rival por insultar al árbitro, con once contra once el partido hubiera sido otro, por lo que Racing no debe quedarse con lo hecho en esta goleada, sino que debe seguir trabajando.

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