Los máximos dirigentes de Racing estuvieron reunidos durante casi una hora con el entrenador Miguel Ángel Russo y el plantel.
El mal momento que vive el club de Avellaneda trajo preocupación en la dirigencia, que una vez terminado el encuentro se dirigió al vestuario visitante del estadio de Quilmes para hablar tanto con el entrenador como con los jugadores del primer equipo.
La derrota por 2-0 ante Estudiantes no fue una derrota más, es la cuarta que recibe la Academia de manera consecutiva, algo que no estaba en los planes de nadie en el mundo Racing durante la pretemporada y mucho menos luego del auspicioso arranque de torneo, cuando había derrotado a All Boys y a Boca en las dos primeras fechas.
A esto se le sumaba que por primera vez arrancaba un torneo con varios equipos por debajo en la tabla de los promedios que determina el descenso o la promoción, pero estas derrotas encendieron las alarmas, más teniendo en cuenta los buenos momentos de los recién ascendidos y de equipos como River y Arsenal que arrancaron muy por debajo en dicha tabla pero ahora se están acercando.
Toda esta situación provocó la improvisada reunión una vez finalizado el partido, pero los protagonistas de la misma evitaron hablar del tema, los jugadores se retiraron del recinto cabizbajos, en fila india y sin hacer declaraciones, al igual que el presidente Rodolfo Molina.
El que sí se detuvo tan solo un minuto fue Russo, que dio por finalizada la desprolija charla con la prensa cuando un colega le preguntó si aun contaba con fuerzas para revertir la situación.
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