viernes, 12 de marzo de 2010

"Sufro el bajo promedio de Racing"

Uno de los íconos más importante de los últimos 30 años, tomó la palabra en la emisión de anoche de Identidad Racinguista. Su entera afinidad con la institución, la entrega por la camiseta y el deseo de una revancha personal emparentada con el anhelo de volver a ser parte importante del club, tuvieron lugar en esta inolvidable reseña. El "uruguayo", en primera persona.

El tono humilde y reservado que lo caracterizó apenas llegado al club, a fines de los ´80, lo conserva hasta el día de la fecha. Su perfil bajo y su denuedo al amor por los colores, permanecen intactos. Rubén Paz representó una buena porción de lo mejor del fútbol de Racing en las últimas tres décadas. El juego del "uruguayo" es marca registrada para quienes supieron gustar de su estampa; zurda privilegiada.

"Cada vez que me detengo a pensar en el club, me sucede algo fuerte adentro. Cuando llegué, allá por el año 1987, jamás imaginé brindarle tanto a la institución y que el hincha me retribuyera doblemente lo que pude dar", señala conmovido el campeón de la Supercopa en 1988. Y continúa: "el club de a poco comenzaba a ordenarse, luego de lograr el ascenso. La dirigencia hizo sentir su expectativa respecto a mi arribo, pero siempre fui consciente que llegaba a un plantel con buenos jugadores".

El recuerdo de aquel equipo, comprometido con la causa de devolverle a Racing el rincón protagónico que siempre tuvo, se contrasta con la amnesia futbolística de los últimos años. La consulta cae de madura y busca la respuesta en uno de sus tantos referentes. "La fuerza anímica y el compromiso nacían de saber que Racing necesitaba estar en los primeros planos; en el lugar preciso, del cual nunca debió haberse ido. El ascenso fue un impulso increíble para la institución", confiesa y remarca que "por estos tiempos, sigo al equipo junto con mi gurí (hijo) a la distancia. Sufro el bajo promedio de Racing, más porque un empate no te aleja demasiado, necesitás sumar de a tres de manera continua", menciona, esperanzado en que se puede mejorar.

Es difícil entender cómo un personaje de tal renombre no haya finalizado su vida profesional como futbolista en la institución que tanto lo exaltó. "Es verdad, cuesta creer que mi carrera no haya terminado en Racing. Son esas deudas que uno quisiera sacarse de encima, como la de tener un homenaje", añora el ex enganche.

Al enorme recuerdo de su pasado albiceleste, le incluye la alegría de la gran Tita Mattiussi. "Cada mañana, con su sonrisa, nos cambiaba el ánimo. Era una persona increíble; muy especial para quienes pudimos conocerla", finaliza emocionado el formidable Rubén Walter Paz.

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