Los jugadores que empataron frente al Globo realizaron trabajos regenerativos. Matías Cahais fue habilitado por Boca para disputar el choque en la Bombonera. El entrenador Miguel Ángel Russo ya empezó a analizar modificaciones en la mitad de la cancha y en el ataque.
Tendrá que armar un complicado rompecabezas. Y el reloj del campeonato no detiene su marcha. Racing volvió a entrenarse en el Cilindro tras el empate con Huracán y el entrenador Miguel Ángel Russo ya empezó a analizar modificaciones en la mitad de la cancha y en el ataque para visitar a Boca.
Los jugadores que empataron frente al Globo realizaron trabajos regenerativos y luego se trasladaron al gimnasio para ponerse a las órdenes del preparador físico.
En relación al próximo partido, los dirigentes le confirmaron a Russo que podrá contar con Matías Cahais, quien fue autorizado por Boca (dueño de su pase) para poder jugar el clásico. Teniendo en cuenta eso, el técnico se inclinaría por mantener a Jorge De Olivera en el arco y en la última línea se ubicarían Gabriel Mercado, Roberto Ayala, Lucas Aveldaño y Matías Cahais.
La zona donde no termina de encajar las piezas es en el mediocampo. Adrián Lucero ya cumplió una fecha de suspensión por cinco amarillas y podría ingresar por Braian Lluy, quien jugó ante Huracán como carrilero por la izquierda.
El puesto que acarrea las mayores vacilaciones es el de enganche. El bajo rendimiento de Lucas Castromán podría permitir que Sebastián Grazzini ocupe ese lugar.
En cuanto a la ofensiva, habrá que esperar para saber si Gabriel Hauche recibe una sola fecha de suspensión por su expulsión ante Independiente. Si esto se confirma, estará en condiciones de jugar. Y de ser así, Russo tendría que elegir entre Pablo Lugüercio, Claudio Bieler y Gabriel Hauche o incluirlos a los tres (como sucedió Vivas era el entrenador). En este último caso, Lugüercio tomaría la función de enganche.
La actividad de Racing continuará mañana, desde las 10, en el estadio. En esa práctica se realizarán ejercicios tácticos. En el último encuentro, el equipo se retiró silbado. Russo sabe que deberá ser preciso al encajar las piezas para revertir esa imagen y empezar a salir del fondo.
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