El arquero de Racing, Jorge De Olivera, realizó una fuerte autocrítica, como vocero del plantel, al hablar hoy luego del entrenamiento. No es casual que el jugador de mejor nivel actual de La Academia saliera a exponerse en este complicado presente albiceleste.
Los ánimos distan mucho de ser los mejores por el lado celeste y blanco de Avellaneda. Es que el equipo de Russo no termina de convencer, no termina de mostrar una evolución favorable en cuanto a lo futbolístico. Racing, ganándole a San Lorenzo, dejó la impresión de que el club aún podía aspirar a mucho más que pelear la promoción. Como así también volvió a pasar ante Boca. Pero lo cierto es que las expectativas de los hinchas académicos no van de la mano con la realidad deportiva de la institución. De un partido al otro se alternan silbidos con aplausos, insultos con cánticos esperanzadores, demasiado exitismo para una academia que necesita trabajo y tranquilidad para salir de este pozo.
Teniendo en cuenta todo esto, no resulta extraño que el primer jugador que salió a dar la cara luego de la derrota ante Argentinos Juniors fuera, justamente, el que mejor nivel ostenta hoy en el equipo racinguista. Este detalle habla por sí sólo del clima angustiante que debe estar viviendo el plantel.
De Olivera empezó la conferencia de prensa haciendo una evaluación general sobre el presente académico: “Todavía no conseguimos el punto máximo de juego, de entendimiento, de saber a qué jugamos; cuando uno no tiene una idea de juego se complica y nos falta complementarnos como equipo. La verdad es que tuvimos tres o cuatro fechas en las que jugamos bien; eso te da la pauta de que no tenemos una idea; y al no tener paciencia, las cosas son más complicadas”.
Luego, el arquero expresó la bronca que padeció luego de la caída ante Argentinos Juniors: “A nadie le gusta perder de local y menos, dejando pasar posibilidades importantes como para ganar tranquilidad en la tabla de los promedios. Estamos con bronca por eso, pero al mismo tiempo sabemos que no podemos perder la tranquilidad”.
El portero también se refirió al inestable nivel futbolístico del equipo dirigido por Russo y las consecuencias que ello está trayendo en cuanto a la lucha por el descenso: “Sabemos que hasta que no saquemos una diferencia considerable, una semana podemos estar arriba y otra abajo. Lo ideal es poder mantener un equilibrio y saber que no somos héroes en una fecha ni los peores a la siguiente. Hay que tomar esto con calma; porque con trabajo, lo vamos a sacar adelante”.
Además, De Olivera mostró su malestar ante los silbidos e insultos de la parcialidad local el domingo ante el Bicho: “No voy a mentir, no es lindo que tu propia gente te despida así. Aunque desde algún punto de vista es entendible que la hinchada pueda estar disgustada con el momento que se atraviesa el club. Somos jugadores de fútbol y tenemos que ser conscientes de que esto puede pasar. La gente quiere ganar y quiere alegrías, sobre todo cuando jugamos en Avellaneda”.
Por último, el arquero respaldó a Claudio Yacob, quien luego de malograr un penal faltando 3 minutos para terminar el encuentro, fue insultado por los simpatizantes académicos, clara muestra del exitismo que se vive actualmente en el club de Avellaneda: “Está dolido por el penal que falló, pero tiene mucha personalidad y se va a sobreponer. Por ese motivo, también, él era el responsable de la ejecución. Se sintió capaz de ejecutar el penal y por eso se hizo cargo de la falta. Yo creo que hay que tener agallas para agarrar un penal en la situación en la que él lo hizo”.
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