La Academia no pudo doblegar a Argentinos Jrs. y con la derrota volvió a caer en zona de descenso. Al equipo de Russo le faltó peso ofensivo. La visita tuvo un premio excesivo.
Hasta los treinta minutos del segundo tiempo en el partido no sobraban las emociones, el encuentro era chato, aunque con leve predominio de Racing que buscaba los tres puntos imperiosamente (más conociendo la victoria de Central). Pero de golpe, impensadamente la visita abrió el marcador y la desesperación se sumergió en el cuerpo de los jugadores que ciegamente fueron en búsqueda del empate, y bien se pudo lograr a través de un penal, lo que hubiera aquietado un poco las aguas, pero ni siquiera desde allí se estuvo preciso… no era la noche de Racing.
La victoria frente a Boca había traído calma e ilusión. Por un lado, se creía que a partir de allí el equipo iba a despegar futbolísticamente y de la zona tan temida. Por otro lado, utópicamente se añoraba con meterse en un lote de candidatos (viendo la mediocridad del torneo). Pero a los hinchas no le dan ni tiempo para esperanzarse. Ya que con esta caída, el único objetivo posible de ahora en más es pensar en zafar del descenso. Una derrota impensada y dolorosa desde todo punto de vista.
En el arranque fue Argentinos quién tomó la iniciativa con mejor control de la pelota y presión sobre su rival. A los 5 minutos, Coria cabeceó por arriba tras desborde de Ortigoza. Contestó más tarde Yacob con un remate de afuera. Para emparejar el mediocampo, Mercado se sumó a la línea de volantes y así ambos equipos estaban parados tácticamente iguales (3-4-1-2). El balón se lo prestaban y había duelos bien marcados: Lluy-Oberman, Lugüercio-Mercier, Falcón-Coria, Mercado-Domínguez. El leve predominio visitante se debía a que Mercier controlaba al “Payaso” y Coria era movedizo y peligroso, a saber que participó en las tres ocasiones de peligro de su equipo en ese primer tiempo: un cabezazo, un desborde y un remate que exigió a una notable atajada a De Olivera a los 27 minutos.
Aunque el Bicho era más prolijo con la pelota, Racing tuvo más aproximaciones. La más clara a los 21 minutos, tras una presión al arquero, y Bieler que se demoró en definir y permitió el cierre de un defensor. Luego fueron más llegadas pero ninguna clara: un disparo de Hauche, un remate mordido de Mercado y un cabezazo de Lugüercio. El cero a cero reflejaba perfectamente el espectáculo que estaban brindando.
Racing salió con más ímpetu a jugar el complemento. Pero la primera ocasión fue de la visita: 5 minutos, desborde de Sosa y Coria cabeceó en el primer palo perdiéndose el gol. Hauche estaba más inquieto y con dos disparos buscaba el camino para intentar abrir una defensa ordenada pero que tenía grietas. Yacob se adueñó del mediocampo y junto a Lugüercio con más participación inclinaban la cancha.
A los 14 minutos, un misil de Lluy parecía que se colaba en un ángulo. Daba la sensación de que en cualquier momento podía llegar el gol, pero faltaba la puntada final. Bieler, tuvo una mala noche, no estaba fino y Racing sintió la falta del goleador. Encima, Argentinos había encontrado un hueco en la defensa albiceleste, Ayala (lento para los cierres) era desbordado cada vez que lo atacaban y por ese sector buscaba hacer daño.
A los 30 minutos, un ataque por la derecha y De Olivera salvó en el mano a mano. Era un anuncio. En la jugada siguiente, Pavlovich (había ingresado por Coria) tiró una pared con un compañero, fue a buscar el centro y entró solo para definir cruzado ante el intento fallido de Ayala de cerrar. El ex defensor de la Selección dio notorias ventajas que se pagó caro.
El estupor se hizo presente. Y a Racing no le quedó otra que ir por la igualdad. ¿Por qué Russo no metió ningún cambio a pesar de ir perdiendo?, es muy raro que un técnico en todo el partido no haya realizado variantes, aunque tiene su sentido lógico también. La Academia posee poco recambio y lo que había en el banco no garantizaba nada: ni Lucero, Castromán o Grazzini hasta el momento aportaron demasiado. Por ello, el DT apostó al once inicial y casi logra rescatar un punto.
A los 41 minutos, penal claro de Ojeda a Bieler. Yacob tomó la decisión de patearlo pero su ejecución fue débil y anunciada a la izquierda del arquero, haciendo lucir al debutante juvenil. ¿Por qué no se hizo cargo Bieler o Lugüercio de la falta?
Después de malograr semejante oportunidad a Racing se le terminaron las ideas. Sólo hubo tiempo para la desazón, para intentar comprender cómo se pudo perder de local contra un rival que casi ni inquietó en el complemento y que encima se tuvo un penal a favor…
El otro día, Racing fue efectivo en la Bombonera, hoy falló justamente en las dos áreas. La diferencia estuvo allí, porque el partido fue de bajo nivel futbolístico, no hay otra explicación. Por cierto, curiosidades del mundo Racing: ¿Y si no entregamos plaquetas antes de los partidos? Se premia a Marcos Patronelli, derrota frente a Arsenal. Se homenajea a Francella, segunda caída de local. A lo mejor, se le tendría que haber preguntado al actor “El Secreto… de la victoria”, pero esa respuesta la tiene que encontrar muy pronto Russo y sus dirigidos que deambulan en altibajos preocupantes.
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