El actor, protagonista del filme que ganó el Oscar, habló sobre las sensaciones de haber recibido el premio y de "su" Racing a pesar de la distancia.
Es un hombre futbolero, apasionado no solo de su profesión, la actuación, sino de su sentimiento: Racing Club. Era un fin de semana especial para él y para muchos, Argentina era candidata a conseguir el 2º Oscar en una película (la anterior, “La Historia Oficial”). Su mente y cuerpo podría haber estado únicamente en Los Angeles, pero no. Una parte importante de él estaba en la Bombonera, expectante del resultado que podría conseguir La Academia. Lluy y Hauche, a la distancia, le regalaron las primeras emociones.
En la conferencia que brindó en Ezeiza, apenas regresó al país, declaró: “Por supuesto estaba al tanto del partido. También festejé el gol de Hauche. Fue un domingo inolvidable”. Pero no fue su única respuesta futbolística, “Previo a mi viaje sentí a un público con euforia que tenía ganas de que volviéramos con un premio como la copa de un Mundial”, afirmó.
Además, agregó lo que significa que “El secreto de sus ojos” se haya alzado con este premio: “Es la mejor caricia que se le puede hacer al cine argentino”. El cineasta español Pedro Almodóvar junto a Quentin Tarantino fueron los que dieron la gran noticia, y el actor confesó lo que sintió al develarse el ganador a la “Mejor película extranjera”: “Se plasmó un sueño. A la distancia uno va a valorar esto. Ha sido muy grande lo que ha pasado para la Argentina y es maravilloso para nuestro cine”.
Para muchos la película nacional era favorita y así lo percibían: “La ilusión que teníamos era muy grande. No sabía cuál era el criterio de la Academia, pero sentía que si votaba el público del mundo ganábamos nosotros". Para Francella fueron días inolvidables, después de 24 años otro filme argentino era premiado por Hollywood y “su” Racing había cortado la racha negativa de ocho años sin victorias en la misma Bombonera.
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