domingo, 7 de marzo de 2010

Racing fue más efectivo en el área y por eso logró un enorme triunfo

Los cambios de Russo dieron resultado. La Academia consiguió dar vuelta un partido que en varios momentos le fue desfavorable. Una victoria que alimenta la esperanza

Este Boca – Racing tuvo varios matices para el análisis. Algunos positivos y otros negativos. Pero, lo más importante es que se sumó tres puntos como visitante y contra los xeneizes ni más ni menos. Para el grupo, en el factor anímico vale muchísimo.

Para este cotejo, el entrenador decidió hacer algunas modificaciones. Y la apuesta le salió redonda. No había arrancado bien la tarde, ya que Boca en el primer cuarto de hora fue quién dominó controlando el balón a través de Riquelme, Insúa y Méndez. Racing era una sombra y sólo veía jugar al local, incluso había imprecisiones hasta para rechazar el esférico. Por momentos, cuando se adelantaba Mercado a presionar, el equipo estaba parado con un 3-4-3 (al mejor estilo Vivas), sin embargo, la tendencia fue un sistema clásico con Lugüercio de enganche. La supremacía del conjunto de Alvez se concretó con el gol de Gaitán, pero Racing no le dio tiempo para el festejo. Ya que enseguida Lluy pudo empatar.

Boca sintió el impacto ya que a partir de allí la Academia emparejó el partido con Yacob y Falcón. La sensación notoria era que ambas defensas eran muy frágiles. Se sabía de antemano que los xeneizes eran peligrosos en ofensiva pero muy endebles atrás. Las jugadas se fueron sucediendo de un lado y de otro. Esta vez se veía que los de Russo contaban con más suerte, hasta el travesaño estaba de nuestro lado. Pero García había salvado también en dos oportunidades a su equipo.

Si hubo un jugador clave en el partido fue, sin duda, Pablo Lugüercio. Moviéndose como enlace cumplió una gran labor, mejor que cuando lo hacía de delantero; aportó además de su entrega habitual ser el nexo perfecto para los dos delanteros. Y sobre el final llegó la “jugada del encuentro”, el desborde del Payaso y Hauche que desató la euforia.

El complemento fue netamente de Boca que llegó en siete oportunidades – De Olivera y la fortuna siguió del lado albiceleste –. Hauche exigió al arquero en la única respuesta. El equipo intentaba salir del fondo pero le costaba y se refugiaba de mitad de cancha para atrás, había orden y se cubrió bastante bien los espacios. Los minutos pasaban lentamente, el local se venía desesperadamente y el temor del “Día Martes” en más de uno estaría latente. Pero esta vez no hubo que lamentarse, con el pitazo final el grito de desahogo y esperanzador.

No todos los días se le gana a Boca y menos en la Bombonera. Sin dudas, este triunfo tiene que servir para que el equipo arranque una senda victoriosa que lo aleje de la promoción. Hubo mejoras en varios aspectos, y en otros a seguir trabajando. Queda claro que el trío que proponía Vivas tiene que estar presente, con la nueva función de Lugüercio como enganche, donde puede rendirle más al equipo ya que como atacante carece de gol – lo que si cuentan Hauche y Bieler -… se vio otro Racing, uno mejorado, Russo tuvo la buena decisión – ya era hora – de sacar algunos jugadores que no estaban rindiendo: Lucero, Ayala, Castromán… la mano del DT se notó en este partido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario