El entrenador de la tercera división del club dejó su impresión respecto a la participación de varios profesionales en reserva y su mirada introspectiva de los juveniles. Para no fallarle a la memoria, recordó sus inicios en el club y a la inolvidable Elena “Tita” Mattiussi.
-En esta semana se habló mucho del relevamiento en reserva ¿qué ocurrió?
-La buena predisposición de los profesionales, que actúan generalmente en primera división, hizo que podamos contar con ellos para reforzar aún más su trabajo. Siempre decimos que quienes actúan en la primera deben ser ejemplo de los chicos de tercera y éstos de los que aún son amateurs. Que todos sepan que se encuentran en un club grande y que el “paladar del hincha” requiere jugar bien al fútbol.
-¿Cuál es, finalmente, la identidad del fútbol de Racing? ¿Correr y meter o jugar bien al fútbol?
-La realidad de la reserva es muy diferente a lo que sucede en primera. Me refiero a que en tercera no se trabaja bajo presión. Nosotros deseamos ganar, gustar y golear. En cambio el equipo de primera se encuentra en un momento más sensible donde se prioriza más el resultado, por la realidad que atraviesa.
-¿Qué jugadores de reserva podrían darle algo distinto a este equipo de Racing?
-Se hace difícil la inclusión de juveniles en una realidad así. No te pueden brindar lo mismo que dan en tercera, por este motivo. Aún así, José Luis Fernández es un buen ejemplo. Miguel (Russo) me preguntó cómo andaba y le dije que su rendimiento fue de menor a mayor. Mérito para el jugador que hoy (por ayer) se encuentra en la lista de concentrados para el partido con Lanús.
Muchas veces su tarea no es visible. Trabaja en pos de mejorar el funcionamiento de la reserva, en servicio del plantel profesional. Lidiar con el ánimo de los juveniles, relegados ante cualquier urgencia que lo amerite, no es para nada fácil. Se encarga de aclararlo.
“Trabajo con un selectivo de 25 jugadores. Cuando les tengo que decir que no van a jugar porque van a estar profesionales en su lugar, imaginate la carita que me ponen… ellos saben que dependemos de la primera, que tienen que seguir trabajando y es ahí donde vemos el fruto en el trabajo de Campi, Colombatti, Lovissa, Russo, Pérez, Viola, por nombrar a algunos”
-Por todo lo que se menciona de él, ¿qué podes decirnos de Luis Fariña?
-Luisito es muy discontinuo. Aparece veinte minutos y hace cosas realmente interesantes, que a uno le agradan, pero luego desaparece de escena, es intermitente. Debe aprender a ser constante, e ir de menor a mayor, como siempre le digo.
-La gente está muy contenta por lo bien que juega la reserva ¿te hace feliz que ocurra eso?
-Siempre les digo a mis jugadores que disfruto observar a la gente llegar antes al estadio para verlos a ellos, que me alegro cada vez que se retiran aplaudidos. Es un placer que el público sepa quién está jugando en tercera. Estamos haciendo una campaña digna y no debemos conformarnos.
-En referencia con lo que mencionó el jueves el “Vasco” Olarticoechea en Identidad Racinguista y habiendo sido tu compañero ¿qué reflexión te merece?
-Escuché que tuvo que irse del club porque un dirigente le reprochó que se estaba cuidando las piernas...El “Vasco” dio todo por Racing y bien lo contó él cuando lo operaron por la lesión en el tendón de aquiles. Jugaba infiltrado, tuvieron que hacerle un botín especial por lo inflamación que sufría en el pie. Fue algo increíble.
Para completar lo dicho por Rubén Paz, Julio Olarticoechea y tantos otros, recuerda a la admirada Elena “Tita” Mattiussi y un gesto ejemplar para con quien tenían por madre, en el club.
“Parábamos siempre en su casa. Por la mañana, tenía el café preparado con los bizcochitos y al mediodía, el sandwich de jamón con el vermú. Por aquel tiempo, tenía un televisor en blanco y negro. Con el “Vasquito” y con Gabriel Calderón nos pusimos de acuerdo y decidimos comprarle uno a color. No podíamos hacer menos que eso, por lo que nos estaba dando y por lo que significa en Racing. “Tita” tuvo un gesto muy lindo, del cual no me voy a olvidar jamás, el regalarme la camiseta del “Chango” Cárdenas. Me dijo: “es la camiseta de un gran jugador. Ahora es tuya. Cuidala y entrená con ella”. Para mi fue una satisfacción muy grande”.
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