martes, 13 de abril de 2010

Llueve sobre mojado

Las internas en Racing se agravaron luego de la pobre actuación ante Estudiantes y el clima en Avellaneda se tornó muy conflictivo. El entrenador académico, Miguel Á. Russo, pidió mayor compromiso y aclaró que “el que no quiera seguir puede irse”.

El martes amaneció como un vivo reflejo del ambiente que se vive en Avellaneda. En tiempos definitorios y completamente adversos, el presente no se ajusta al de un club que intenta mantener la categoría en ningún aspecto.

La lluvia era un indicio: El vaso lleno, volvió a rebalsar. Tras una jornada negativa por donde se la mire, el técnico, la dirigencia y la gente de Racing sintieron esa sensación acumulada de preocupación más fuerte que nunca. Y se lo hicieron sentir a los jugadores.

Todo se inició en tan solo quince minutos, y terminó de tomar forma en noventa. En primer lugar, el hincha albiceleste, indignado por el espectáculo que su equipo le entregó, dejó atrás los síntomas de tolerancia que la victoria ante Newell’s y el empate en cero frente a Godoy Cruz habían otorgado, y expresaron con furia su descontento.

Desde el vamos, una derrota ante un equipo técnicamente superior se presentaba como un desenlace posible, pero no una goleada. Y menos aún, una goleada que con mayor actitud y compromiso, se pudo haber evitado.

El conductor de La Academia, Miguel Ángel Russo, no se aisló en los reclamos hacia sus dirigidos y le exigió al plantel más compromiso con el proyecto y el delicado presente de la institución.

Justo después del encuentro ante el conjunto platense, el DT reunió al grupo y abrió la charla con sus jugadores aclarando que “Acá hay que comprometerse con el proyecto y el momento, el que no quiera seguir puede irse sin problemas”.

Como consecuencia de las fuertes palabras de Russo, reflotaron las habituales internas que acompañan una crisis futbolística, donde más allá de las diversas versiones que manejan los medios de comunicación, el ambiente del grupo pasaría por su peor momento.

Al mismo tiempo, posteriormente al dialogo entre el cuerpo técnico y los jugadores, Miguel Russo se reunió con los dirigentes, quienes le expresaron su preocupación por el mal presente del equipo, aunque dejaron en claro que el DT cuenta con todo el apoyo para la medida que necesite tomar en su afán de alejar al club de las instancias de descenso y promoción.

Por la inestabilidad del clima en Avellaneda y con la intención de bajar los decibeles, el entrenador decidió darle el día libre al plantel, que retornará los trabajos mañana de forma matutina, con el objetivo de llegar en óptimas condiciones al cotejo del próximo domingo ante Vélez en el Cilindro.

La conclusión presenta un grado de evidencia tan extremo como delicado a la vez: Con seis partidos cruciales por delante, La Academia no puede darse el lujo de dejar más puntos en el camino para lograr la permanencia en primera división.

Basta de conflictos, de experimentos, de falta de compromiso, y principalmente, basta de este Racing. La grandeza del club está en juego, y para defenderla cada uno de los involucrados deberá aportar todo de sí. Por que hay material, por la historia, por la gente y por los protagonistas mismos, tiremos todos para el mismo lado.

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