El equipo de Russo perdía contra los suplentes de Vélez, pero en cinco minutos llegaron los goles que se le venían negando y se puso 3 a 1, para no sólo salir de la promoción sino para cambiar la mentalidad. Los goles los convirtieron Lugüercio, Yacob y Bieler, todos en el complemento. La cuenta la había abierto Tobio de cabeza a los 40 del primer tiempo. El Coliseo al fin fue una fiesta.
Racing salió decidido a llevarse por delante a los pibes de Vélez, y ya a los dos minutos Barovero evitó el gol luego de un cabezazo limpio de Aveldaño.
Si bien el equipo de Russo no tenía volumen de juego, con el ímpetu se imponía en el medio campo y lograba apretar a su rival, que no se quedaba atrás y por izquierda, a las espaldas de Castromán, más jugado al ataque y en las narices de Lluy generaba peligro.
Pero Racing seguía generando riesgo, gracias a la buena tarea de Yacob y Zuculini, y a partir de la presencia de Castromán, que si bien no fue muy claro, intentó prosperar por todos los medios, incluso estuvo muy cerca de abrir el marcador dos veces con disparos de media distancia.
Los delanteros Lugüercio y Bieler también tuvieron sus canches, pero entre Barovero y su falta de puntería el resultado seguía igual.
Hasta que a los 40’ Lima ejecutó un córner desde la izquierda al segundo palo, y en un descuido tanto del arquero como de Martínez Tobio cabeceó solo en el borde del área chica para marcar el 1 a 0.
Ahí nomás Racing casi lo empata, luego de un fortísimo tiro libre de Bieler que se le escapó a Barovero y Aveldaño no llegó a empujar.
En el inicio del segundo tiempo ingresó Sebastián Grazzini por Castromán, lesionado, y eso le dio a Racing lo que les estaba faltando, fútbol, el volante le cambió la cara al equipo.
Racing había arrancado con todo, pero el partido se suspendió por cinco minutos por los incidentes en la platea, provocados por encontronazos de las barras bravas de ambos equipos en la segunda bandeja.
Vélez tampoco se olvidaba de hacer lo suyo, y con Racing jugado todo por el todo al ataque, ya que jugaba con tres en el fondo porque Lluy subió a tapar el hueco que dejó Castromán para que Grazzini se moviera con libertad.
Así, llegó una jugada clave, el ex Racing Nicolás Cabrera casi define el partido, pero De Olivera le sacó un disparo a quemarropa y el volante quedó tirado en el arco quejándose de una supuesta falta. El arquero lo sacó fuera de la cancha, para que fuera atendido, pero en lugar de eso, el árbitro amonestó al arquero y dejó seguir en el campo a Cabrera para que lance el corner, cuando el reglamento es claro, tiene que esperar afuera al menos una jugada.
Esto enfureció al público local, que comenzó a lanzarle proyectiles al ex Racing, por lo que el clima se tornó muy pesado para todos, y el árbitro otra vez suspendió el partido, hasta que se calmaron los ánimos en la tribuna.
Luego de esa jugada el juvenil delantero de Vélez, Ricardo Alvarez le protestó al árbitro y se ganó una amarilla, siguió protestando y finalmente se fue expulsado a los 23 por exceso verbal hacia el colegiado.
A partir de ahí Racing ganó, no sólo un jugador más en el campo, sino que ganó en convencimiento, en la parte anímica, que es algo que le estaba faltando.
Y así, Racing fue un vendaval, primero fue Hauche, al que Barovero le ahogó el grito, luego Grazzini, que probó de afuero con un zurdazo que se estrelló en el palo.
Hasta que a los 30 Lugüercio, con una mezcla de habilidad y mucho amor propio fue buscando casi desde la raya del costado hasta que encontró un hueco y con un disparo seco empató el partido.
Racing era todo corazón, y uno que tenía el corazón herido era el capitán, que tomó un rebote dos minutos después, luego de una linda jugada colectiva, la bajó y desde 25 metros sacó un derechazo para poner al frente a Racing.
Y tres minutos más tarde, Bieler tomó el balón por la derecha del ataque académico, hizo la diagonal hacia el centro y con un zurdazo cruzado colocó el balón lejos del esfuerzo de Barovero.
A partir de ahí, a falta de 20 minutos por jugarse, ya que por los disturbios y otras incidencias el árbitro adicionó 10 minutos, Racing controló el balón y el partido.
Con esta victoria Racing consiguió tres puntos vitales en su lucha por escaparse de la zona comprometida de los Promedios, ahora con la confianza bien arriba, Racing viaja a Tucumán el miércoles para completar el partido ante Atlético y el domingo vuelve a recibir a otro equipo que está en la lucha por la Libertadores y pondría también el equipo muleto, el Banfield de Falcioni.
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