Racing venció con claridad a Tigre en un encuentro en el que los de Avellaneda, por no liquidarlo en una de las tantas ocasiones que tuvo, terminó sufriendo más de la cuenta . Grazzini marcó la diferencia, al igual que Claudio Bieler, quien cada vez demuestra de mejor manera por qué se lo considera como uno de los mejores jugadores de América.
El equipo de Russo demostró hoy a qué juega. Ya sin la presión constante que significa tener a la promoción en sus espaldas, los jugadores albicelestes plasmaron un nivel superlativo sobre el campo de juego. Grazzini en un gran nivel, Bieler que se convirtió ya en el goleador del equipo, Yacob volviendo a ser amo y señor del medio campo y una defensa que sin terminar de brindar una seguridad total, no pasa demasiados sobresaltos. Todos estos conceptos describen a un Racing que 2 fechas antes de la finalización del torneo, piensa solamente en cómo conseguir su quinta victoria al hilo.
Por el otro lado, un conjunto dirigido por Caruso que volvió a mostrarle al mundo del fútbol que lo suyo no es el ataque. Cabe destacar que cuando a Tigre le hacen el primer tanto del cotejo, le terminan ganando siempre el partido. Y si a esto le sumamos los graves desacoples defensivos, el resultado es claro: Los de Victoria hace 4 fechas que no conocen otro resultado que no sea la derrota.
El triunfo de hoy, y la seguidilla de 4 buenos resultados conseguidos al hilo, dan una clara impresión de que los conceptos tácticos vertidos por el entrenador tal vez tardaron en ser captados por el plantel, pero que ahora al verse a un equipo equilibrado, que tiene un objetivo claro cuando entra al campo de juego, deja en evidencia la necesidad de seguir contando con Miguel Angel Russo para, de una vez por todas, terminar con los consecutivos años de lucha por la promoción.
¿Qué le hace pensar a este escriba que la segunda parte de Russo podría ser eficaz, contraponiendo lo acontecido con Caruso Lombardi? El actual entrenador de Tigre implementa en sus conjuntos sistemas tácticos que son incompatibles con el largo plazo. Para corroborar tal afirmación sólo resta ver el historial del verborrágico técnico. Además, los modos y las formas de uno y otro hacen pensar que con Russo, un señor que aparenta una tranquilidad y racionalidad admirables, la conciliación dentro de un plantel y la seriedad con que se trabaja al mismo va a estar más garantizada que con Caruso, quien pareciera descargar su bronca cada vez que pierde o con el entrenador oponente o con los plateístas locales o visitantes: Un verdadero mamarracho.
El último párrafo de la nota se lo merece enteramente Claudio Bieler. El nueve goleador, cada vez más goleador, no sólo convierte, sino que asiste a sus compañeros al mejor estilo Zlatan Ibrahimovic. De espaldas al arco, de frente, lejos del área o bien metido en ella, el ex liga de Quito desequilibra dónde y cuándo quiere. Le costó adaptarse, pero partido a partido demuestra todas sus condiciones, esas que al principio alguno le llegó a cuestionar. Que algo quede bien en claro: Bieler es el mejor nueve que tiene Racing desde épocas en que los griegos debatían desnudos los aconteceres de la Polis. Claudio Bieler es el arma necesaria que deberá cuidar Racing para pelear el próximo campeonato, con Miguel Angel Russo sentado en el banco de suplentes.
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