domingo, 1 de mayo de 2011

Verdad es la que se impone

¿Cómo se explica que Racing hizo figura a Carrizo y como equipo tuvo un muy mal juego? La inexperiencia y la falta de recambio son los factores predominantes de cara al futuro para que, de una vez por todas, se arme un equipo y no un grupo de individualidades que de a ratos juegan bonito.

En la semana previa al partido coincidíamos con el grupo de compañeros que componemos “Solo Racing” que se venia un clásico muy incomodo para este Racing. La presión en el mediocampo, la fortaleza física de sus defensores y la potencia de Pavone mas el aporte de los ligeritos (Buanonotte y Lamela) eran luces de alerta para una defensa que no iba a contar con el equilibrio deseado en su volante “tapón”. La condición de jugador insustituible de Yacob se supera partido a partido. Aunque las noticias que llegaban desde Núñez eran alentadoras y lo que se dio a conocer un rato antes desde el vestuario rival lo fue más: Acevedo descartado y Buonanotte al banco. Crecían las posibilidades de Racing. Dentro de las elucubraciones anteriores me imaginaba el partido que se dio en el segundo tiempo, con la salvedad de que River jugaría unos metros mas adelante, esta claro. El contexto del partido lo llevó a defenderse en su terreno, despreciar la pelota y ni siquiera apostar a una contra. Fue raro ese primer tiempo en donde el mediocampo fue zona de transito libre, desprolijidades, malas entregas y ningún patrón. Es cierto, faltaron ambos. En Racing Yacob es el que comanda los tiempos del equipo y Acevedo toma la posta en River a la hora del control de la pelota y su posterior distribución.

Lo paradigmático se dejo ver en la jugada previa al gol de los de “JJ”: cado uno ocupó el rol que se consideraba en lo previo que iban a explorar. El Millonario jugando sus cartas a la velocidad de sus volantes y la potencia de sus puntas para pasar rápido de defensa a ataque, y los de Russo apelando al control de la pelota y ocupando espacios en el terreno riverplatense. Y fue el duro equipo de Nuñez quien sacó ventaja en ese contexto a partir de los errores individuales y colectivos de La Academia más, por supuesto, la condición técnica de Lamela, que corrió casi cincuenta metros con la pelota sin que nadie le cometa el tan famoso “foul táctico”.

La falta de tacto para darle buen curso a lo que cada jugada pedía en el plano individual y el partido en su totalidad es uno de los puntos más flacos de este Racing. Vinculado estrechamente con la escasez de recambio en su plantilla y, aunque estén todos los titulares a disposición de DT, la exigua experiencia del equipo para afrontar adecuadamente los partidos que definen cosas o cerrar aquellos que en el almanaque son considerados como “ganables”. Por supuesto, vale una aclaración: Teofilo Gutiérrez queda exento de estas consideraciones. El colombiano demostró que no fue en vano el pedido que se elevo a la AFA para que pueda estar ante un River que solo vio trabajar a su gran ARQUERO por la insistencia permanente del hombre de Barranquilla. Que genero situaciones en la faz colectiva, individual y de balón quieto. Salvo que se enfrento a un Carrizo elevado en su aura e impenetrable en lo anímico. Esta clase de arqueros te obligan a definir a los palos y a Teo se le fueron apenas o no pudo canalizar sus ideas en las definiciones, sabiendo de la intención de no sacarse la definición de encima para que los remates no sean superficiales.

Russo erró, es cierto. Pero, ¿cómo no hacerlo con pibes? El DT tenia que inclinarse por los suplentes del cinco suplente e intento cambiar el rumbo del partido con un juvenil (Fariña) que es un proyecto no consustanciado en primera, con un partido en la categoría superior tras la rotura de ligamentos. No obstante, se equivoco al incluirlo por la derecha para que deba jugar contra el defensor y la raya, sabiéndose de ser un enganche de desequilibrio por el eje de cancha y ante la necesidad tal que tenia el equipo en ese momento.

Este tipo de aspectos no desean invalidar la errática noche de Patricio Toranzo, que al margen de la hibrida compañía estuvo peleado con el partido y, aunque no es su mayor característica, infaliblemente errático en la pelota quieta (igual que Licht). Solo Teo y apenas un rato de Hauche en el PT le aportaron al equipo lo que generalmente le dan. Lugüercio estuvo amarrado en la izquierda, Pillud no pudo superar a Díaz y Licht es, en el 80% de los partidos, un espectador de lujo que considera que juega mas de lo que juega y no le aporta concretamente nada al equipo.

Racing volvió a despedirse de un torneo (mediocre) en la mitad del mismo por errores propios y quedan los “objetivos” que se repiten año tras año a esta altura de las circunstancias: sumar la mayor cantidad de puntos posibles para ingresar a un copa de menor valía como la Sudamericana y definir en las próximas fechas el armado de un equipo para lo que viene. Que ante este presente no es poco. Sin tocar nada hay que traer tres titulares de primera línea, sino se clasifica a la copa. De lo contrario, el letargo continuará.

http://www.racing.com.ar/

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