El partido recién había terminado y el Cilindro deliraba con el 3-0 ante Newell’s. La gente aplaudía y gozaba la presencia de Teófilo Gutiérrez, la gran figura de la noche. Cuando el colombiano se acercaba a la salida del campo de juego, la emoción de los aplausos y los cánticos, llevaron al atacante a revolear la camiseta a los hinchas. Seguramente, el cafetero no sabía que, por esa acción, sería sancionado con una tarjeta amarilla; justamente la quinta, que lo marginará del próximo encuentro ante Quilmes.
Gabriel Favale, quien ya estaba en el vestuario, recibió la noticia de que Teo había arrojado su camiseta al público y agregó en el informe la amarilla para el número “29”, quien deberá cumplir una fecha de suspensión.
Otro que también llegó a la quinta fue Pablo Lugüercio quien, a sabiendas de su fuerte dolor en el isquiotibial (sería un desgarro), se hizo amonestar cuando terminó el primer tiempo para retornar limpio de tarjetas.
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