Nuevamente, como en varios momentos del campeonato, el equipo dirigido por Miguel Ángel Russo, tuvo la chanche de meterse en la discusión por el campeonato, pero como ya se había visto, se desaprovechó.
Antes de comenzar la nota, vale la pena aclarar que: ante Quilmes, Racing tuvo que poner todo el banco de suplentes de titular (De Olivera, Aveldaño, F. Zuculini, B. Zuculini, Viola y Fariña) quedó a la vista que algunos de estos nombres son “buenos suplentes”, otros promesas y se confirmó que hay quienes no pueden ponerse nunca más la camiseta/buzo de una institución tan grande.
Más allá del partido que se perdió ante los de Caruso Lombardi, que tenían un pie en la B Nacional y se vuelven a ilusionar a causa de la victoria, más algunos resultados que le sirven; Racing volvió a perder nuevamente la oportunidad de colocarse como una potencia al título o un equipo que daría pelea hasta el final.
Hay algo que está más que claro, a Russo le cuesta reemplazar los titulares ya que no cuenta con variantes, que estén en nivel similar a los 11 elegidos habitualmente. En distintas facetas que vivió este torneo, el entrenador cometió, a mi parecer, errores. Una falla que considero efectuó fue ante Lanús, donde mantuvo la línea de tres indistintamente a las ausencias. En otro partido que falló fue ante Huracán, donde puso a G. García, quien no tiene nivel para estar en Racing, y continuó ante la adversidad apoyando el sistema. Y así podríamos seguir analizando las derrotas de equipo y en su gran mayoría aparecen, cosas para cuestionarle al técnico.
Por otra parte, hay que ser realistas y destacar que, sin trabajar con lo que pidió, logró conformar un EQUIPO que brillo en muchos partidos e ilusiono al mundo académico. Pero claro, era solamente un equipo y no se podía solidificar como una gran potencia a causa de la falta de recambio. Encima, la idea de juego que pregonaba el DT, con un 3-4-3 que pretendía jugarle de igual a igual a cualquier equipo, dejaba expuestos a los encargados de recuperar y las tarjetas comenzaban a acumularse. En este caso particularmente, poco se le puede reclamar a Russo, quién tenía que cambiar radicalmente su idea de juego por la falta de jugadores a la altura de Racing.
En su momento mantuvo su sistema ideal y se lo cuestionó por la falta de buenos resultados, ahora cambio su táctica ideal y tampoco se lograron los tres puntos.
Particularmente soy de los que piensan, que tanto en las buenas como en las malas, no hay un solo responsable. Sería escasa mi crítica si señalara solamente a Miguel Ángel Russo, como el único culpable de que Racing no se haya quedado con este campeonato tan irregular. Por eso destaco, entre otras cosas, los errores del técnico; pero no me olvido que pidió jugadores que nunca llegaron, y hoy tiene que resolver los problemas tácticos, con profesionales que no están a la altura de Racing Club de Avellaneda.
Russo demostró ser un Director Técnico que está a la altura de Racing, esperemos que los encargados de garantizarle “condiciones de trabajos dignas” lo hagan y le den lo que pide así de una buena vez, Racing es actor principal y deja de ser actor de reparto en todos los torneos.
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