martes, 12 de octubre de 2010

Un descuido y a cobrar

El gran nivel que habían mostrado los dirigidos por Miguel Ángel Russo frente a Huracán no sirvió de nada y, por una desatención en la defensa, el juvenil Baez cabeceo sólo en el área, y así, Independiente, se quedó con una nueva edición del clásico por la minima diferencia.

La idea que transmitieron durante la semana tanto los jugadores como el cuerpo técnico, era el concepto de jugar este partido sin regalar nada teniendo en cuenta que estos clásicos definen el año y el futuro de cada técnico. Según una encuesta realizada en Racing.com.ar, la gente coincidió en que Russo no debía modificar el esquema táctico. Sin embargo, el 4-4-2 que se presentó no estuvo a la altura de las circunstancias y una floja actuación de la defensa en su conjunto fueron unas de las tantas causas de esta derrota.

Luego de un primer tiempo en donde el manejo de la pelota estuvo a cargo de la Academia, las opciones más claras también estuvieron del lado de los dirigidos por Russo. Ya a los 4 minutos de la primera etapa, Gabriel Hauche comenzó a sumar porotos en la cantidad de mano a mano desperdiciados frente a un Hilario Navarro que poco a poco se fue convirtiendo en la figura del encuentro. La mejor oportunidad que tuvo el Demonio para ampliar el marcador, se generó a los 41 minutos cuando después de un pase de Luguercio por encima de Mareque, Hauche desperdicio una doble chance para poner a Racing por encima del marcador. A pesar de inclinar la cancha constantemente para el arco de Navarro, a los 45 minutos del primer tiempo y por una desatención de la defensa racinguista, el juvenil Baez (primer clásico que disputaba) impacto con la cabeza un balón que venia desde el corner izquierdo. A contra pierna de Jorge De Olivera, quien no pudo alcanzar a desviarla, y por eso, el balón ingreso por su palo izquierdo. Independiente 1- Racing 0 y todo volvía a ser cuesta arriba.

Ya en el complemento, fueron envanos los ingresos de Claudio Bieler y Lucas Castroman quienes no pudieron generan el futbol que se llevó Giovanni Moreno a su país natal y el único recurso que utilizaron fueron los tiros de media distancia en los pies de Patricio Toranzo y Lucas Castroman que, en su mayoría, se fueron por arriba del travesaño. En definitiva, Independiente sin merecerlo se llevo un capitulo más del superclásico de Avellaneda y Racing, por su parte, amplia a 11 los encuentros que no consigue irse victorioso. Vale remarcar que en el 2005 fue la última victoria cuando Racing gano por 3-1.

El karma que se genera en los clásicos, es inevitable. Sin duda, la actitud de los jugadores fue sorpresiva, ya que a los pocos minutos del complemento parecía como si estuvieran resignados a la derrota. Las consecuencias están al caer y tanto los jugadores como el técnico serán los indicados para dar las explicaciones correspondientes. Otra vez, la desilusión y la bronca reinan en el alma de todos los hinchas y marcará una semana llena de bronca.

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