Los jugadores que pidió Russo que no jueguen el clásico de reserva solo hicieron fútbol en espacios reducidos. Racing se perdió de sumar de a tres, continuar en racha triunfal y lo peor: que los de abajo se acostumbren a ganarle al vecino. ¿Qué rol ocupa la dirigencia?
No solo la “Mística” de Olé algún sábado dejó de imprimirse. Con el tiempo hemos sido testigos del desarraigo ético y moral para con nuestro club de parte de sus autoridades, algunos de sus empleados, gerentes y colaboradores. Revisando la historia no muy lejana encuentro que Racing empataba un clásico, sobre la hora y en el arco que da a Alsina, por un cabezazo de “Simpson” Allegue. Es más, el primer gol había sido del piojo López. Como nos reíamos de ellos. No había una explicación lógica para argumentar, por ejemplo, que Velazquez le erre a la pelota o el mismísimo Arzeno pateando para su arco. Siempre nos costó, mas aún luego de la década del 70’, donde se “rompe” el historial entre ambos. Pero nunca como ahora.
El ignoto juvenil Báez es una muestra fiel de aquellos Allegue, López Claudio y Lisandro y siguen las firmas. Porque hasta ¡Félix Torres! les hizo un gol. La situación ha mutado sensiblemente con Eluchans, Gómez, Hilario y un Gandín que se animó a patear penales como si estuviese en el patio de su casa. Llevará años recuperar la mística perdida, esa que llevó a Estévez a no titubear a la hora de patearles un penal en su cara. Los chicos venían mamando desde prematuros futbolistas que no era imposible, sino todo lo contrario. La presión era de los de enfrente, que no sabían cómo. Idem a nosotros ahora. Por eso no sorprende que un pibe con dos partidos en primera haya sido la tapa de los diarios.
Es crucial para los próximos años que desde las formativas se forje la mística racinguista con espejos de profesionales con personalidad, ganadores, astutos y generosos en el primer equipo. Así se les hará más viable a los que acudan a la máxima división. Como es más fácil para todos si te impones ante el rival de toda la vida, en la categoría y contexto que sea. A los muchachos de enfrente, por el bien de todos, hay que ganarles siempre. Y esto lo tiene que saber desde el utilero hasta el técnico que tenga los laureles que tenga y cobre los miles de dólares que recibe Russo mes a mes de las arcas de Racing. Porque si Racing paga, Racing exige. Y debe reclamarle al DT del equipo superior que fue una bravuconada no haber permitido que cuatro jugadores desconsiderados por el actual cuerpo técnico se presenten a hacer un falaz fútbol reducido y se ausenten del clásico. Ingenuos. Lo más factible era que Barbas iba a imponerse en el derby y todos iban a recalar en eso. Rápido el DT, le desarmó el equipo. Una bajeza que no debe quedar al margen bajo ningún concepto. Si es que se percataron los dirigentes, cosa que dudo.
Es inaudito que desde los escritorios de Racing no se haya actuado en consecuencia y que los futbolistas desafectados no hayan recuperado su lugar en el equipo, luego de que los mandatarios cotejen con Russo que su presencia en el club es temporaria, que Racing queda y se sufre y que desde el vamos hay que forjar la mística perdida. De lo contrario, padeceremos Báez todos los años.
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