domingo, 24 de octubre de 2010

Gio solo intento

En un partido de poco fútbol, lo bello de Racing pasó cuando la pelota fue del cafetero, que nuevamente fue figura. El empate sirve, pero no llena. Ante un estadio lleno, Moreno puso arriba a la Academia e inmediatamente comenzado el complemento empató el ingresado Buonanotte.

Luego de la victoria ante Argentinos, la semana que pasó en Avellaneda fue más tranquila. Las conferencias de prensa, las notas y todo lo que amerita al mundo académico se fijaban netamente en lo deportivo. Contrariamente a esto, en Núñez pasó de todo: la patada a Lamela, los cambios poco comunes del entrenador en las prácticas, el promedio y los cinco juegos sin triunfos generaron un clima tenso.

Así llegaban los equipos al clásico, con una particularidad: Los de Russo no ganaban ni convertían goles en condición de visitante desde la segunda fecha (Boca 1-2 Racing).

Con todos estos matices, pasadas las cuatro de la tarde Patricio Loustau pitó y el juego comenzó. Pocos minutos se necesitaron para ver peligro, teniendo en cuenta que a los 2´ Rojas llegó por derecha, luego de una buena intervención de Lamela, y De Olivera respondió bien. A los seis, nuevamente por los pies del juvenil Lamela, River probó desde afuera.

Racing (cuando no), mediante los pies de Giovanni Moreno a los 7´ hizo trabajar a Carrizo que contuvo un remate del propio colombiano. Cuatro minutos después, Bieler asistido por el mejor del partido (G10), quedó cara a cara con el “1” y pifió. El encuentro se había hecho de ida y vuelta. Un cabezazo del “10” pasó cerca, River contesto a los 27´ con Funes Mori, que con bicicleta incluida sacó un disparo que pasó cerca del palo derecho del arco de Racing, y a los 32´ entre Bieler y Fernández desperdiciaron el primer gol. Gol que llegaría a los 34´, luego de que Toranzo de manera inteligente, metiese una bola bárbara a las espaldas de Arano, que terminó aun mejor cuando la estrella de Racing la paró, lo eludió a Chiche y con el manual en la mano definió a la derecha de Carrizo. Después del gol se terminó el PT. Preocupado se fue al vestuario Ángel Cappa, un poco más tranquilo Russo.

Para la segunda mitad de juego los locales propusieron dos cambios: Ferrero por Arano, y Buonanotte por el deslucido Ortega. De esa manera los locales quedaban con Román de marcador izquierdo y Ferrero metido en la cueva con Maidana. Mientras que con el ingreso de Buonanotte, lo que se buscaba Cappa era más explosión.

Los cambios le dieron sus réditos a los locales, ya que solo hicieron falta cuarenta segundos para que el ingresado Buonanotte, luego de una distracción de la defensa, empatara las cosas. Aveldaño salió de su zona por ir en busca de Funes Mori y liberó el camino para que el autor del gol se metiera al espacio. Cahais tapó lo que pudo y poco pudo De Olivera.

Con la parda y el plus anímico del empate, “la banda” siguió insistiendo con ganas más que juego. Minutos después del gol, lo tuvo Pavone y no lo aprovechó.

El cronometro avanzaba y el buen juego no aparecía. Aunque a diferencia de la primera etapa el que buscaba era River. Impreciso Yacob en la Academia y eso no favorecía a Moreno. Por los pies de Toranzo pasaban todas las pelotas, que entre buenas y malas distribuía el balón. De todas formas, una buena jugada colectiva hizo que Racing tuviera su chance, que Bieler estrelló en el travesaño.

Pequeños actos ofensivos se vieron después de estos apuntes. Pelotazos, balones a dividir y poco “tiki tiki”. Los cambios que realizó Russo fueron para las estadísticas, ya que no tuvieron el tiempo necesario para cambiar el rumbo. Sin embargo, las variantes dejaron ver que no veía con malos ojos llevarse algo de Nuñez. Racing le dejó más barullo al local y se llevó un punto y una semana más de calma. De tensa calma, porque la herida aún no cicatrizó.

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