martes, 12 de octubre de 2010

Apostillas de la tarde en la que Racing perdió ante un Rojo desteñido

Racing estiró a 11 partidos su mala racha de no poder vencer a Independiente. Hauche se perdió dos manos a manos clarísimos y Navarro fue determinante para mantener el cero en el arco rojo. Hubo una bandera en contra de uno de los árbitros.

Sigue siendo un karma

A estas alturas, el clásico es un verdadero karma. Racing hace 11 partidos que no le puede ganar a Independiente. Y eso que esta vez el rival mostró serias limitaciones, escaso fútbol y solo había conseguido un triunfo hasta aquí. Además, le habían convertido 16 goles.

Técnico que debuta

Racing tampoco pudo cortar la racha contra los equipos del Turco Mohamed, técnico que debuto en Independiente. El flamante DT ya había adelantado que estaba invicto frente a La Academia. Como había sucedido con Colón, Racing hizo mérito para ganarlo pero en un error propio, el rival facturó. Así, otra vez pagó con una derrota.

La figura, un ex Racing

Hilario Navarro, quien alguna vez supo atajar en Racing, tuvo una actuación destacada en el partido: entre otras, le tapó dos mano a mano a Hauche y hasta un cabezazo de Aveldaño en el segundo tiempo. Si bien Racing por momentos fue desordenado en ataque, en el arquero de Independiente estuvo una razón fundamental para que no haya podido convertir en el clásico. Otro ex Racing que estuvo en la formación de Independiente fue Nicolás Cabrera, aunque su actuación no fue tan determinante como de Navarro y durante el primer tiempo no gravitó.

Lo que te devoraste, Demonio

En el primer tiempo, Gabriel Hauche tuvo dos situaciones muy claras para abrir el marcador. Pero en las dos no pudo doblegar a Navarro. En el segundo tiempo, el Demonio se contagió del desorden generalizado del equipo y bajó su rendimiento.

No estuvo con su selección ni tampoco con Báez

Es algo básico del fútbol que no se debe dejar ningún jugador sin marca ni perderlo a la hora de una pelota parada. Y mucho menos si es la última jugada del primer tiempo o del partido. Marcos Cáceres perdió la marca de Cristian Báez (primer clásico para él) y así llegó el primer gol de Independiente, el que le permitió llevarse un clásico sin hacer casi nada. Más de un hincha hubiese preferido que fuera convocado por su selección.

Una bandera polémica

En el estadio, pudo verse una bandera dirigida a uno de los árbitros de partido, Ernesto Uziga, el línea número 2. “Ojo, Uziga es de Rasin, ojo”, enunciaba el trapo. E incluso, eso generó que el encuentro se demorara unos minutos. Además, hubo pintadas en el acceso de la calle Italia, por donde ingresaron los hinchas de Racing, con amenazas y gastadas de los de Independiente.

Una vergüenza

Durante toda la semana, se insistió de ambos lados con que el clásico debía ser en paz. Pero parece que no todos lo entendieron así. Una vez terminado el partido, los jugadores de Racing no pudieron retirarse rápidamente del campo de juego porque la manga estaba desinflada. Para disfrutar del triunfo propio, con el que salvaron el año, no hacia falta utilizar esa artimaña.

El banco

Esta vez, junto a Miguel Ángel Russo estuvo por primera vez Mario Sosa, que le ganó la pulseada a Luis Benítez, pero no ingresó.

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