El aliento ensordecedor que se escuchó desde la segunda bandeja del estadio Monumental de Núñez, dejaron bien en claro que más allá de los resultados y el juego desplegado dentro del campo, la Número 1 siempre está presente.
Después de los tres puntos conseguidos frente a Argentinos Juniors que le dieron una semana de tranquilidad a los dirigidos por Miguel Ángel Russo, la gente ya pensaba en lo que iba a ser el clásico más antiguo del fútbol argentino frente a River en el siempre complicado Monumental de Núñez.
La relación plantel-hinchada que parecía quebrada al haber perdido el clásico frente a Independiente y que se mantuvo ante los de la Paternal hace 7 días atrás, fue uno de los temas principales de debate entre los mismos hinchas de la academia que estaban divididos en dos grupos. Aquellos que no estaban de acuerdo con la actitud de los jugadores y, los otros, que los apoyaban pase lo que pase.
Y así pasó la semana. Cada vez faltaba menos para el encuentro y, por como venían ellos, se presumía un cotejo no tan complicado en donde obtener los tres puntos no era una utopia. La expectativa era enorme debido a que las entradas se agotaron el mismo día que se pusieron a la venta y por lo tanto, se esperaba un increíble marco para apoyar a los jugadores en una nueva fecha.
Ya desde temprano, en las adyacencias del estadio, la gente se concentraba más precisamente en la intersección de la Avenida Libertador y Quinteros en donde al ritmo de “La violencia se va a terminar porque a River lo vamos a matar…” se calentaban las gargantas para lo que luego sería una fiesta. Hay que remarcar, el vergonzante operativo policial que permite el ingreso de gente de los dos clubes por la misma calle. Es por esto que se generaron algunos disturbios entre hinchas de River y de Racing por provocaciones que podrían haber sido totalmente evitables.
“El que no salta se va a la B”, “El que no salta es del rojo y river plate”, se escuchaban minutos antes de que comience el encuentro. Además, “De la mano de Cappa se van a la B para nunca mas volver”. Como es costumbre, cuando se asoman las camisetas por la manga que los traslada del vestuario al campo de juego y acompañado por papelitos sonó: “Y dale y dale y dale Racing dale”.
Los primeros 30 minutos del primer tiempo, mostraron a un Racing que buscaba constantemente el gol y a una hinchada que acompañaba a viva voz la actitud positiva del equipo. “Ganes o pierdas a mi me da igual, mirá como alienta La Guardia Imperial”. Pero, a los 34 minutos y luego de un exquisito enganche frente a Carlos Arano, el colombiano Giovanni Moreno definió cruzado frente al arquero millonario Juan Pablo Carrizo y de esta forma puso a Racing 1-0 arriba en el marcador, y los casi 5.000 hinchas que se ubicaron en las alturas del Monumental estallaron y deliraron durante los 10 minutos que quedaban de la primera etapa.
Hamburguesas y gaseosas, fueron los protagonistas de los 15 minutos de entretiempo. Sonrisas y risas acompañaban los comentarios de la gente ubicada en la popular visitante. “Nada de putear, hay que alentar muchachos” se escuchaba a lo lejos una voz de un señor mayor. Sin embargo, esos gestos de felicidad y alegría que reinaban en los racinguistas, no duraron mucho debido a que a los 40 segundos de la parte complementaria, el enganche de River, Diego Buonanotte, aprovechó una oportunidad dentro del área chica y sentenció el 1-1 que luego ninguno de los dos equipos pudo revertir.
“Porque tenemos aguante, aguante de verdad, es la Numero 1 es La Guardia Imperial” hizo temblar el gallinero de Núñez que, una vez más, gracias a las declaraciones de Ahumada, fue testigo de un nuevo “silencio atroz”. Parece que los “Borrachos del Tablón” estuvieron mucho tiempo con los rosas en Sudáfrica y se contagiaron de su grandioso espíritu de vida.
El aliento es algo que no modifica el marcador y por eso quedó en 1 gol para cada equipo. Si esto no fuese así y el aliento fuese una variable, Racing estaría ganando por goleada todos los encuentros. El punto que se sumó, sirve ya que lo importante es sumar más allá de que si fuera de a tres sería todo mucho mejor. El próximo partido es frente a Arsenal de local y el equipo de Gustavo Alfaro será una dura estación en donde el tren de Miguel Ángel Russo deberá salir victorioso.
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