domingo, 21 de febrero de 2010

Una victoria que da oxígeno para empezar a mejorar

El Racing de Miguel Angel Russo derrotó por 1 a 0 a San Lorenzo en un encuentro que parecía tener más sólido a la visita hasta que el árbitro Pezzotta decidió la expulsión de Bottinelli. Hauche volvió a convertir y el nuevo entrenador pudo estrenar el buzo albiceleste con 3 puntos decisivos en la lucha por la permanencia.

Los dos equipos llegaban muy golpeados, con la necesidad de sumar para, uno acercarse a los punteros, el otro engrosar el promedio. Racing, con el cambio de técnico, buscaba darle al equipo un nuevo envión anímico para afrontar la última parte del torneo con mayor esperanza. Además, Russo llegaba para cambiar el sistema táctico utilizado por Claudio Vivas, volviendo a la línea de 4 en el fondo, bridándole al conjunto albiceleste mayor seguridad. Igualmente, sobre todo en la parte ofensiva y en lo que tiene que ver al juego colectivo, fue evidente el hecho de que el ayer debutante entrenador tuvo solamente una práctica de fútbol al frente del primer equipo.

Dentro de la paridad del encuentro, San Lorenzo siempre fue un poco más que el local. Hasta que Jonathan Bottinelli, a los 10 minutos del segundo tiempo, cambió el destino del partido tras insultar al árbitro y salir expulsado. Los Cuervos tuvieron 2 situaciones de gol claras en la primera etapa: Un remate del uruguayo Alfaro desde la puerta del área que tapó de manera extraordinaria De Olivera y un tiro en el palo de Romagnoli. Racing sólo llegó al área defendida por Migliore a través de aproximaciones inofensivas para el portero azulgrana.

Más allá de la superioridad de San Lorenzo en esos 45 primeros minutos, cabe destacar la mayor solidez defensiva mostrada por La Academia, con la línea de 4 bien formada, en comparación con las 4 fechas anteriores. Claudio Yacob volvió a ser lo mejor del conjunto de Russo y el tridente ofensivo fue de lo más flojo del equipo. Unas líneas aparte merecen Wagner y Lucero ya que ninguno pudo acompañar eficientemente al capitán, el gran dilema del técnico es el casi nulo recambio que tiene Racing en esos puestos. Brian Lluy, de buen partido, confirmó que debe ser él el lateral izquierdo de esta academia más compacta y aguerrida, características que debería mantener para poder finiquitar con éxito su empresa por no descender.

Como se ha dicho, Hauche, Lugüercio y Castromán no estuvieron a la altura de las circunstancias. El Demonio, a pesar del gol, tuvo otro partido para el olvido, sin participar del juego y, cuando lograba encontrarse con el balón, perdía en todos los mano a mano. El Payaso, como siempre, poco fútbol mucha garra. El ex Vélez, en su función de enganche, enganchaba y enganchaba pero de pasar la pelota a un compañero, NADA. Miguel Angel Russo deberá rever el papel de Castromán ya que si el indicado para formar juego colectivo se dedica más a las individualidades, difícilmente Racing pueda mejorar en este aspecto.

Solamente cabe destacar dos hechos del segundo tiempo. El primero tiene que ver con la tarjeta roja a Bottinelli: El defensor recibió el cartón amarillo luego de derribar desde atrás a Lugüercio y, no contento con tal medida, insultó a Pezzotta, quien decidió expulsarlo. El otro suceso digno de destacar es el gol de La Acadé: centro de Grazzini, ingresó por Lucero, cabezazo del Payaso que derivó en un impresentable rebote dado por Migliore, y un Hauche adelantado como mínimo un metro empujó el balón hacia la red.

Un triunfo importantísimo no sólo para cortar una racha de 3 derrotas consecutivas, sino también para poder comenzar la semana previa al clásico de una manera más tranquila, empezando a corregir los errores heredados del antiguo cuerpo técnico y comenzando a darle una nueva forma a este Racing, para darle una forma con el sello de Miguel Angel Russo.

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