La derrota frente a Gimnasia dejó a La Academia muy cerca del descenso directo. Pero la mayor preocupación radica en que el equipo se hunde futbolísticamente, lo que genera que sea más difícil salir de esta delicada situación.
Racing tropezó por tercera vez en el torneo y no sabe cuándo logrará levantarse. Después de la pobre actuación frente al Lobo, las dudas son mayores y el miedo a ¡descender directamente!, ya no sólo a disputar la promoción, va en aumento. Para peor se vienen dos clásicos, ¿se mantendrá Vivas en el cargo?.
Muy rápido se despidió La Academia de la lucha por el torneo cuando muchos lo daban como el principal candidato debido a los refuerzos incorporados. Las nuevas caras, justamente, aportaron muy poco hasta aquí. Ayala, todavía no brinda la seguridad que se espera de él, y Hauche y Bieler aparecen a cuenta gotas.
Anoche, Claudio Vivas optó por el osado sistema: 3-3-1-3. El problema no es el esquema, sino contar con los intérpretes adecuados para cumplir esos roles. Se puede jugar perfectamente con línea de tres; Newell´s fue subcampeón y el Vélez de Bielsa fue campeón con la táctica de tres atrás. En el torneo pasado y en muchos campeonatos Racing jugó con línea de cuatro y las campañas fueron malas. Por eso, culpar al sistema es querer ocultar la basura debajo de la alfombra. La cuestión pasa por otro lado, a saber:
En el primer tiempo las tres líneas estaban muy separadas, cada una hablaba un “idioma” distinto. El único “traductor” era Castromán, aunque no lograba que los delanteros – que fueron devorados por sus marcadores – se asociaran con él.
Gimnasia dominaba el balón. Un déficit en el equipo, la falta de recuperación. Con la vuelta de Yacob, Racing ganó un poquito más en equilibrio pero La Flaca estaba muy solo en la tarea. Para destacar, el capitán siempre intentó darle un buen traslado a la pelota.
El equipo se lo vio partido y abusaba del pelotazo hacia los delanteros que no inquietaban. El reflejo fue que el mayor peligro estuvo a cargo del debutante Zuculini con dos remates de larga distancia. El joven de 16 años cumplió y derrochó mucha más “sangre” que quién lo reemplazó (Lucero).
En el complemento, hubo otra actitud y se intentó llevar al local contra su arco a los empujones, siempre sin ideas. Jamás hubo desborde, juego asociado. Encima le anularon mal un gol, por un off side inexistente, a Yacob; como para saber que no era la noche albiceleste.
El equipo fue un manojo de algunas voluntades, caso de Yacob y Mercado. Si contra Arsenal, Racing terminó en “coma cuatro”, tras esta derrota La Academia quedó en un estado de salud muy preocupante esperando la recuperación cuanto antes. Quién no sabe si seguirá con vida es justamente su técnico, que no logra plasmar su idea futbolística en el campo de juego. Hasta ahora, varios jugadores no supieron estar a la altura de las circunstancias y de la camiseta. Habrá que darles tiempo… cuestión que no sobra precisamente.
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