domingo, 14 de febrero de 2010

Racing no cambió y el resultado fue el mismo: derrota en el Bosque

La Academia cayó ante Gimnasia de La Plata por 1 a 0 sin mostrar mejoría alguna con respecto a las fechas anteriores. De este modo, Racing queda muy cerca del descenso directo con Vivas en el centro de la tormenta

No sólo había que en pensar en no perder, sino en poder, de una vez por todas, ser vertical, poder utilizar eficientemente a los 3 delanteros que de sólo leerlos en la formación generan miedo. Y también debía ser el momento adecuado para mostrar mayor solidez defensiva, para empezar a engranar una defensa muy golpeada. Nada de esto ocurrió. Claudio Vivas dispuso un sistema táctico ofensivo, un 3-3-1-3, sin embargo Racing en ningún momento pudo someter a su rival, en ningún momento pudo superar a un Gimnasia que, durante todo el segundo tiempo, se dedicó a mantener el triunfo.

Cuando el cotejo aún yacía empatado, el Lobo fue mucho más que la visita. Sin generar demasiado peligro para De Olivera, el local supo hacerse dueño del balón aprovechando el desacople defensivo de La Academia. El conjunto dirigido por Vivas estuvo desestructurado todo el primer tiempo. La línea del fondo, ya de por sí insegura, poca ayuda recibe de un mediocampo albiceleste que prácticamente pareciera no existir. Claudio Yacob, el mejor de los de Avellaneda, debía correr por todo el ancho de la cancha cubriendo los huecos dejados por sus compañeros. La tarea del capitán era similar al del soldado solitario enfrentando a todo un ejército de profesionales.

Otro inconveniente presenta el tridente de arriba ya que al estar clavados en su posición quedan totalmente aislados del resto del equipo y Castromán, quien debía hacer de enlace, muchas veces olvidaba su función y terminaba las jugadas sin mirar a los otros futbolistas que poseían su misma camiseta. Bieler siguió sin ser asistido, Hauche sigue sin mostrar sus dotes y Lugüercio choca y choca. Si a esto le sumamos el nulo juego colectivo y, ayer más evidente que nunca, la falta de actitud, la derrota suena como mínimo justificada.

Más allá de esto, la primera situación de gol del partido fue para Racing: otro centro más, otro cabezaso más de Cahais y esta vez el Gato Sessa pudo hacerse con el balón. Resulta curioso y alarmante el hecho de que la única vía por la cual los dirigidos por Vivas, un técnico supuestamente ofensivo, pueden llegar al gol sea igual a la utilizada por un entrenador ultra defensivo como Caruso.

Al minuto de aquella jugada, respondió el conjunto local con otra pelota parada que inexplicablemente malogró Maldonado. Y de ahí en más serían todas aproximaciones para el Lobo. Hasta que a los 31, Roberto Ayala cometió un horror dejado un rechazo, luego de un centro, muerto en el área, situación que capitalizó el colombiano Pérez. Gimnasia pudo haber aumentado la diferencia pero le faltó contundencia, mientras que La Acadé siguió perdido en su esquema táctico, sin terminar de definir cuál es la función que el entrenador quiere que sus dirigidos desplieguen en el campo de juego, ya que los mismos no parecen tener una actitud arrolladora, presionando al rival, como así tampoco parecen defender con solidez para golpear al rival de contra. Racing no muestra identidad alguna. Afirmación que la confirma el tiro desesperado ejecutado por Bruno Zuculini a 30 metros del arco que reventó el palo izquierdo de Sessa.

Durante el segundo tiempo, La Academia tomó la posta dejada por el conjunto de Cocca al replegarse en el terreno de juego, defendiendo a cal y canto la diferencia conseguida. Al minuto del complemento, Hauche pudo haber empatado cuando remató sin arquero al bulto de Agüero. Los primeros minutos parecían mostrar un equipo diferente, yendo al frente a conseguir el gol. Y lo consiguió, pero la jugada fue anulada por un off-side inexistente luego de otra pelota parada.

Los minutos empezaron a presionar a Racing y el conjunto comandado por Vivas se convirtió en un “sálvese quien pueda”. Lugüercio tratando de pasar entre 3 rivales, Lucero haciendo lo mismo. La falta de compromiso con el equipo y el sistema táctico, que además de no funcionar no admite errores al entregar mal el balón a un compañero de mitad de cancha para atrás, fueron moneda corriente durante los segundos 45 minutos. Además, a los 33, Cahais se iría expulsado por doble amarilla tras cortar un contragolpe iniciado por una inexplicable pérdida de balón del Payaso.

La derrota deja una sola conclusión: Claudio Vivas aún no pudo encontrarle la vuelta a esta Academia cada vez más hundida por el promedio. Y pareciera que el tiempo se ha agotado para nuevos intentos.

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