sábado, 27 de febrero de 2010

Todos listos

Con equipo definido, entradas agotadas y la confianza reforzada, Racing ya se encuentra preparado para afrontar una nueva edición del clásico de Avellaneda. Luego del triunfo ante San Lorenzo, los dirigidos por Miguel Ángel Russo buscan quedarse con el clásico más importante.

El cotejo más esperado se avecina y la expectativa domina Avellaneda. Con todos los detalles afinados, Racing concentra con el objetivo de llegar en inmejorables condiciones al clásico ante Independiente y conseguir el tan ansiado triunfo que se hace esperar hace rato.

En un compromiso que no destaca un favorito, el conjunto albiceleste apuesta con los mismos once que derrotaron a San Lorenzo a continuar la remontada futbolística que se inició en el debut de Russo. Si bien el rendimiento del equipo viene evidenciando falta de dominio del balón y justeza en ofensiva, el entrenador confía que en su primera semana de trabajo completa al mando del plantel los aspectos que presentaron fallas anteriormente se limiten al máximo con oportunismo ante el histórico rival.

En defensa, la línea de cuatro le agregó firmeza al arco que defiende de gran manera Jorge De Olivera y los protagonistas reflejaron la comodidad necesaria para elevar el rendimiento. El cambio, obtuvo la gratificante levantada futbolística de Roberto Ayala y el óptimo retorno de Brian Lluy, quien fue uno de los puntos más altos la jornada anterior. El juvenil, regreso a su puesto habitual como lateral y volvió a mostrar el nivel que le permitió ganarse un lugar en el plantel profesional. El mismo, se adueñó del sector que tenía a Matías Cahais como protagonista, quien ya cumplió su fecha de suspensión por acumulación de amarillas, y buscará afirmarse de forma definitiva en el equipo titular.

En el banco, aguardará su lugar Claudio Bieler, el referente de área académico. La apuesta, se aferra a agilizar la ofensiva con velocidad y dinámica, características propias de los delanteros Pablo Luguercio y Gabriel Hauche, y así romper la fricción que se espera en la mitad del campo de juego.

En un cotejo donde se lucha más de la cuenta, la inteligencia será la principal virtud que tendrá que tener Racing para descifrar el camino al éxito. Concentrado hasta en el más minúsculo detalle, el corazón deberá tener la compañía del convencimiento general de un equipo que tiene las armas para salir victorioso. Con personalidad y firmeza, los tres puntos se presentan relevantes por donde se los mire.

Por ser un clásico, por la delicada situación con el promedio, por ellos mismos, por la gente. Sobran los justificativos para inflar el pecho cuando más sea lo necesita. Durante algo más de 90 minutos, La Academia deberá trabajar arduamente para demostrar que las palabras se las lleva el viento. ¿Presión? Un clásico se debe ganar sin importar el presente. ¿Pocas entradas? Nuestra naturaleza de ser incondicionales no va a cambiar por ser menos. Que se tome como otro ejemplo de que lo mejor de Racing es su gente.

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