Racing volvió a perder de local. En un encuentro de terror, la Academia llevó mucho público por ser lunes a la noche, con frio y para ver a un equipo que no da nada. Poco importa esto ante semejante tristeza.
La banda de a poco se iba acercando al estadio Juan Domingo Perón. Algunos salían de trabajar, otros esperaban con ansias la hora del comienzo del cotejo. Mucho público se hizo presente para ver al conjunto dirigido por Miguel Ángel Russo y continuar esos sueños sudamericanos.
“Es la número 1, es la Guardia Imperial que alegría que alegría, ole ole ola, vamos Racing todavía, que estas para ganar, como esta hinchada loca, seguro que no hay, te sigue a todas partes, te alienta hasta el final, porque tenemo aguante, aguante de verdad”, fue el tema elegido para que los 11 guerreros salgan al verde césped en busca de los tres puntos.
La noche empezó perfecta para el conjunto de Avellaneda porque, pese a que el balón lo controlaba Godoy Cruz, el mejor y por momentos, único jugador de Racing Teófilo Gutiérrez anotó un doblete y puso en ventaja a La Academia por dos tantos contra cero.
La hinchada enloquecía “y vamo vamo vamo la acade, y vamo vamo vamo la acade, porque te quiero, te vengo a ver, pongamos huevo que hoy no podemos perder”, “dejo todo por La Academia ganes o pierdas te sigo igual, un sentmiento inexplicable que se lleva adentro no puedo parar”.
Minutos antes de que finalice el primer tiempo, Mariano Donda descontó para la visita y abrió una puerta a la duda para el conjunto local.
En la segunda mitad la historia fue totalmente distinta y los hinchas sentían que estaban mirando una película de terror en 3D y con HD, un combo explosivo para los ojos.
A los 10 minutos Rubén Ramírez igualó el encuentro en dos goles. El nerviosismo se apoderó de toda la parcialidad local que no podía creer lo que sus jugadores estaban brindando. “No podes la acade, a donde vayas te alentamos siempre, no somo amargo como Independiente, y esta noche no poder perder”.
La pelota la seguía manteniendo el conjunto mendocino y el árbitro jugó su capítulo aparte. Hubo errores claves, en puntos específicos del campo de juego que todos los hinchas vieron pero el técnico albiceleste no los notó y siguió manteniendo a Gabriel Hauche dentro del campo de juego, Pablo Lugüercio estaba jugando de cinco prácticamente, Claudio Yacob –seguramente fue su último partido en el Cilindro- hacía agua en toda la mitad de cancha, y los centrales académicos quedaban solos, por momentos, con los delanteros de Godoy.
Pero lo trágico llegó al final del partido cuando Roberto Fernández capturó una pelota desde el piso y se la quiso dar a un compañero que estaba a 2 metros del guardameta, saliendo corriendo para ubicarse posicionalmente y de espaldas al “1”, ni hablar que tenia a un jugador del “Tomba” a un metro. Otro error (y van…) del arquero, Godoy Cruz 3- Racing 2.
En el final del cotejo, la gente chifló y abucheó al equipo; un conjunto que quedó afuera de todo, un plantel que no cumplió NINGUNO de los objetivos puestos sobre la mesa al principio del campeonato, 22 jugadores y 1 cuerpo técnico que volvieron a fallarle a la gente, esa que tanto los apoya.
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