Ante Gimnasia, Teófilo Gutiérrez se erigió como creador y definidor de los avances académicos. Aunque no se destacó por la definición, se puso al servicio del equipo. Más de un hincha ya se lamenta por no poder tenerlo en los últimos partidos.
“Tenemos que ser ms colectivos”. Sus palabras reflejaron a la perfección la realidad de Racing tras el empate en cero con Gimnasia. Y quizás no sea casualidad que la reflexión provenga de Teófilo Gutiérrez, el jugador más trascendente que La Academia tuvo en ofensiva. Aunque esta vez no haya estado preciso a la hora de definir, quedó claro que la presencia del colombiano es fundamental. Y es lógico que más de un hincha se lamente de solo pensar que Teo pueda estar ausente en los últimos dos choques del torneo.
Ante el Lobo, Teófilo se erigió como creador y definidor de los avances académicos. Y, así como se las ingenió para acomodarla de pecho en el área tuvo la habilidad de marcar el rumbo de un equipo que por momentos parecía desorientado a la hora de encontrar los caminos hacia el arco rival. Y quizás una gran falencia haya sido justamente no generar más puentes inteligentes para que Teo pudiera desplegarse en plenitud. En algunos pasajes del encuentro, hubo pelotazos de larga distancia que buscaron al colombiano con poco criterio y no llegaron a generar peligro.
Esta vez, Teófilo no pudo destacarse por lo que mejor saber hacer: definir. Pero volvió a dejar en claro que se trata de un jugador que se pone al servicio del equipo bajando para generar futbol y tomando las riendas en cada avance. En el área, siempre es una amenaza: casi convierte en un mano a mano y fue un faro de referencia en el juego aéreo. Aunque el empate en La Plata haya tenido para Racing sabor a poco, hay algo que da esperanza de cara al futuro: aunque no convierta, Teo siempre está. Ojala Racing empiece a aprovecharlo.
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