Otoño-Invierno

Russo insistió con el mismo sistema para que Racing levante la puntería ante Huracán. No solo que el equipo se mostró hibrido e irresoluto en gran parte del partido, sino que volvió a fallar en la definición. Quedó en evidencia la falta de recambio para tener aspiraciones de pelear arriba.

Se terminó la primavera. Sin dudas. Esa que impulso la ilusión de un pueblo racinguista con sed de gloria y necesidad de triunfos. Es posible, de acuerdo a lo vivido últimamente, que nunca haya existido esa época rosada, con colores, aromas y vientos de triunfo. Sin embargo, tras cuatro partidos sin triunfos y por lo demostrado en Parque Patricios, estamos inmersos en una cosecha brava. De la que estamos acostumbrados…

La semana previa al match con el globo estuvo teñida de suspicacias. Desde la continuidad del sistema de juego producto de la ausencia de tres titulares y quienes iban a ser los reemplazos mas allá del sistema elegido. Aunque la incógnita parecía estar develada, el DT pateo el tablero y se inclino por el plan utilizado en el Clausura. Aunque la sorpresa no solo pasó por ahí, sino que antes varias ausencias volvió a quedar relegado Franco Zuculini.

Sin embargo, y sabiendas de que es muy poco común en él, Russo decidió retirar del campo a Respuela en el entretiempo y colocar a Luguercio. Es cierto, las participaciones del juvenil fueron mínimas, pero no es algo común en el Racing de los tiempos del actual conductor. En consecuencia, lo que fue la visita en el lo ejemplifica el cambio realizado en el descanso.

En ningún lapso del partido Racing tomo las riendas del mismo y dio muestras de hacerse cargo de las obligaciones con la que llegó a La Quema. Sin embargo, y a sabiendas de lo criterioso pero igual de discreto Huracán, Racing tuvo algunas chances para abrir el marcador, que fueron dilapidadas por distintos actores. No obstante, los de Pompei tuvieron las suyas, y es aquí en donde hay que reparar para acceder a la conclusión de que La Academia lejos esta de discutirle el torneo a los equipos de siempre, mas allá de la irregularidad que se deja ver por estos tiempos. Porque los otros pueden perder, pero Racing debe ganar. Y hace cuatro partidos que no lo hace. El barullo al que esta sometido el equipo de Russo, lo inhabilita a poner el foco en lo alto del torneo. Porque las dudas superan ampliamente la capacidad de derrota o empates de los demás.

Son once (o diez ya que no hay arquero que lo convenza), los titulares con los que cuenta el DT. Imaginaba que Franco Zuculini seria el “sexto hombre” del basquetbol en este equipo. Ese que se tira a la cancha ante la ausencia de algún titular, más allá de que deba variar la táctica. No, hoy quedo demostrado. El penoso resultado ante Huracán es un indicio de la suerte de Racing en el campeonato. Ese que termino tras el gol de López. La inexperiencia para remontar situaciones adversas, el poco recambio y la merma en el nivel de varios exponentes de elite en las primeras fechas han despojado a un equipo que aparecía como la cenicienta en el arranque del torneo. El mundo del futbol puso el ojo sobre Racing, los rivales también. Y jamás pudo volver a ser.

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