Será su debut en el clásico de Avellaneda y, en el reportaje dice que “lo vivo de una manera muy especial”. Iván Pillud está ansioso por salir a la cancha y lo demuestra en cada palabra. Sabe que “ganando uno pasa a la historia de Racing”, pero sugiere: “No hay que ganar como sea, sino jugando lindo”.
Iván Pillud es una persona que dice lo que siente. Se mide menos de lo pensado al momento de declarar. Es espontáneo, fresco, auténtico. Manifiesta lo que piensa fuera de los micrófonos y lo afirma con los mismos prendidos. No es casualidad que entregue el título más fuerte, el que se transforma en propulsor de ilusiones.
Por todo eso, rubrica que el clásico –aunque aún no haya comenzado a rodar el esférico- “lo vivo de manera especial. Estuve en un Newell´s – Central, que lo empatamos. Son partidos especiales. Sé que ganando uno pasa a la historia de Racing. Es un privilegio muy importante para un jugador. Hay que ganar, pero no volverse locos”.
El ex Espanyol se contagió radicalmente del “jogo bonito” expuesto por La Academia en las primeras fechas del Clausura y ahora afirma: “No hay que ganar sea como sea; sino jugando lindo al fútbol, proponiendo nosotros, teniendo la pelota vamos a ser posibles ganadores. Pero si uno sale a la cancha y quiere hacer la individual o siente la presión de la gente va ser todo diferente”. Aunque también reconoce que “si no podemos ganar jugando lindo, vamos a tener que hacerlo de otra manera, pero sin ser agresivos. Salir adelante, presionar al rival, salir a comerlo”. El defensor remarca la valorización del juego porque entiende que “tenemos buen potencial y debemos mostrar que somos un gran equipo” y asume la sequía ofensiva: “Le tenemos que dar confianza a los delanteros”. A pesar de ello, admite algunas falencias del elenco de Miguel Ángel Russo. “Más allá del empate ante Huracán, no me pareció que hicimos mal las cosas. En el partido con Lanús tendríamos que haber cerrado el partido, haber sido más inteligentes. Con Tigre fue un partido anormal, se le echó la culpa al árbitro. Y le han tomado un poco la mano a Racing, era lo normal, lo lógico y era de esperarse. No estamos haciendo el juego que veníamos haciendo. Pero tampoco por perder tres fechas seguidas somos los peores. Está la virtud del rival, que juega también”, dispara y narra: “Obviamente, en el vestuario hay autocrítica; es bueno hacerla de manera grupal. Eso quiere decir que nos importa mucho este presente, que estamos con todas las pilas y que queremos ganar el sábado. Los pequeños errores hay que corregirlos urgente, porque el sábado va ser un partido que si pecamos con un mínimo error lo perdemos”.
No estuvo en los primeros entrenamientos de la semana previa al gran compromiso venidero. Sin embargo, trabajó con normalidad miércoles, jueves y viernes, y explica: “Creo que no me perjudica no haber estado en el comienzo de la semana. En la selección local también se trabaja muy bien, nos cuidan mucho. En lo físico estoy bien y espero llegar bien al sábado”.
En tanto, el hombre de Capitán Bermúdez nos dice que tiene observado al conjunto de Antonio Mohammed. “Es un equipo que juega bien, ordenado y cuando llega daña; las pocas que tiene las convierte y son datos a tener en cuenta”, analiza y toma cautela el 4. Y agrega: “El que más frío esté va sacar ventajas”.
En contraposición a alguno de sus compañeros, Pillud cristaliza el panorama y advierte que se debe ganar para no perder el tren del campeonato. “Es determinante. Es un partido que si ganamos volvemos al podio y todo vuelve a ser color de rosa. Y de lo contrario se te baja la moral”.
También hace un pedido: “Esperemos que se dé todo de la mejor manera. No queremos que haya violencia. Que la gente nos apoye a nosotros y se olvide de Independiente”.
Ante el grabador y en la previa a su bautismo en los clásicos de Avellaneda, estampa una frase categórica: “Vamos a tratar de dejar la vida para ganar”.
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