domingo, 17 de abril de 2011

Dos a cero mentiroso

Racing le ganó 2 a 0 a Independiente, resultado mentiroso porque La Academia aplastó en todos los sectores de la cancha a un equipo débil y pobre. Que bailecito..

Un solo equipo hubo en el clásico de Avellaneda, los locales fueron mucho más y se llevaron ese triunfo tan esperado por los hinchas. Fue 2 a 0 con goles de Gabriel Hauche y Teófilo Gutiérrez pero se desperdiciaron muchas situaciones para convertir sino era una goleada histórica.

Lo importante era ganar y los jugadores lo sabían, había que dejar el alma y jugar como hinchas. Lastima la cantidad de goles que se erró La Academia pero poco importante ante semejante alegría.

Primero la tuvo Pablo Lugüercio y luego Lucas Licht, al rato Matías Martinez de cabeza. Racing merecía ganar, Independiente jugó solo los primeros 6 minutos del partido, luego fue todo del conjunto dirigido tácticamente por Miguel Ángel Russo.

Racing ya merecía ganar pero el gol no llegaba. Tiro Libre de Licht y nuevamente el arquero rechaza al corner, de ese centro Marcos Cáceres cabecea abajo al lado del palo.

Finalmente a los 43 llegó la alegría: Patricio Toranzo se la picó al gran TeoGol y este de manera increíble, se la deja servida a Hauche quien remató fuerte y arriba del guardameta.

La justicia se apropiaba del resultado, Racing ganaba. La avalancha que se produjo en la cabecera local fue IMPRESIONANTE. Ese “gooool” fue el esperado durante la semana, ¿De qué otra manera se podía festejar sino?

Así se fue el primer tiempo, un Racing dominador de todo, un equipo con ganas, actitud y corazón, algo que en la previa se pedía a los gritos.

En la segunda mitad las cosas fueron parecidas a las de la primera parte, solamente un nuevo ingrediente se le agregó al juego de La Academia: El monopolio del balón.

El payaso tuvo el segundo grito de la noche en sus pies pero remató a las manos del “1”, seguida a esa jugada, Teófilo estrelló un disparo desde afuera del area en el palo.

Racing siguió atacando, en busca de ese segundo gol que le de la tranquilidad a todo un pueblo y la consagración a esos jugadores. Lugüercio de tijera no pudo anotar, Hauche eludió a dos rivales y desde afuera remató violento y rasante, Assmann rechazó al corner.

A los 30 minutos entró el juvenil Valentín Viola, quien realizó un buen partido, aportándole desborde y sacrificio a este equipo.

Al minuto posterior al cambio, lo tuvo otra vez el colombiano pero esta vez cabeceó de sobre pique y la pelota se fue por arriba del travesaño. Desborde Licht, mano a mano con el arquero, amagó, la pica, es un golazo!! Pero una mano salvadora le impidió el grito de furia.

Se necesitaba un gol más si o si, no había que sufrir. Y ese ruego llegó a los 42, cuando luego de un centro de Licht por la izquierda, Teo remató a quema ropa y el arquero tapó de una manera brillante pero en el rebote el delantero cabeceó por encima del “1”.

Una goleada se divisaba por el oriente, fue un dos a cero que quedará en la historia, porque hubo un solo equipo en la cancha, porque los amargos se comieron un baile increíble pero por sobre todas las cosas, porque POR FIN jugaron como hinchas, gracias.

http://www.racing.com.ar/

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