lunes, 25 de abril de 2011

Pompei y el oficio

El trabajo del árbitro en Argentinos – Racing fue muy flojo. El segundo gol del local se enmarcó en una jugada polémica, que él nunca percibió; además, le quitó un claro penal a “Teo” y lo amonestó por simulación, dejándolo afuera del partido con River. ¿Actuará la AFA?

Las dudas sobre Juan Pablo Pompei ya se habían echado a la mesa. Al minuto de terminar el encuentro del Bicho ante Fluminense, por la Copa Libertadores, y sus siguientes piñas y bochornoso final. Claro, el colegiado del SADRA fue el cuarto árbitro en el encuentro del miércoles y sólo miró cómo se desarrollaban los hechos. Ayer, en el Diego Armando Maradona, su desempeño volvió a ser insuficiente y a dejar deudas. Las grietas más profundas que cristalizó el hombre de Olavarría fueron determinantes para el presente y el futuro “académico”. Y ambas en el segundo tiempo.

La primera fue un penal no cobrado Teófilo Gutiérrez. El delantero llegaba con pelotas controlada al área, se metió y, cerca del vértice, lo desestabilizó Sabia con un empujón en la cintura. Pompei se acercó y le señaló la tarjeta amarilla… al de Racing. Traducido: se pierde el encuentro con River, en la próxima fecha. La equivocación fue clara y doble. Porque, además de ignorar la falta, ve una simulación inexistente del colombiano. Ahora, queda que Racing, como institución perjudicada, presente la queja, con argumentos y con el precedente más cercano y contundente: la anulación de una amonestación en el “caso Galmarini”, tiempo atrás. Si el Tribunal de Disciplina de la AFA actúa de oficio y le quita la tarjeta a “Teo”, éste juega. De otra manera no, porque es imposible pedir el artículo 225 por él, cuando ya se hizo uso del mismo por Licht. El lateral jugará hasta la vuelta de Yacob y luego cumplirá sus dos fechas de sanción.

En la otra jugada polémica, Argentinos, ni más ni menos, convierte el gol que cerró el partido, amparado en otra errónea decisión arbitral. El segundo asistente, Ezequiel Brailovsky, cobra posición adelantada a Racing y el local debe sacar del vértice del área derecho. El defensor ejecuta el tiro libre desde el otro costado, mientras Navarro se encuentra con la pelota en la posición que se cobró la falta; rápidamente, cuando se da cuenta, el arquero tira el balón afuera y, tanto Pompei como el juez de línea dejan correr la acción. Sigue el avance del Bicho, se va al lateral y luego del mismo se decreta el gol. Así, con dos pelotas en la cancha y sacando un tiro libre de una posición incorrecta, se sella el último tanto del partido.

En la cuenta positiva, se anota la perfecta expulsión de Franco Zuculini; aunque no midió con la misma vara, en una jugada calcada de Emilio Hernández, que tenía amarilla, toma de la camiseta y le perdonan la vida. Correcto en las amonestaciones (salvo la de Gutiérrez, claro, mostró varios cartones) y en detalles menores, lo perdonó (o no lo vió) a “Teo” en una tremenda plancha a Oberman. Era segunda amarilla (se aclara que la primera fue injusta) y expulsión. Sin embargo, Pompei ya había definido el partido.

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