domingo, 10 de abril de 2011

Comprendiendo lo incomprensible


Cuando todo parecía indicar que Russo iba a volver a la línea de cuatro, sorpresivamente el entrenador prefirió mantener tres en el fondo y quedó de esa manera, al igual que con Lanús, en evidencia la falta de recambio y el plantel corto.

4-4-2, por un lado Zuculini por el otro Respuela, atrás Pillud de cuatro y luego los tres centrales. De esta manera iba a jugar la academia, pero la sorpresa llegó….
3-4-3, Gonzalo García cumplirá la función de Licht. Respuela va a jugar de “lugüercio” será un delantero que ayude en el medio y Aveldaño por Martínez. Esa fue la información que trascendió en la previa al choque. Sin dudas, el cambio no solo táctico, sino de nombres, fue algo que no se esperaba.
El “ideal” del DT era: De Olivera, Cáceres, Martínez, Cahais; Pillud, Toranzo, Yacob, Licht; Lugüercio, Hauche y Teófilo Gutiérrez.
Ante Huracán, más allá de las ausencias obligadas, el entrenador priorizó el esquema por encima de los nombres y tiró: Fernández; Cáceres, Aveldaño, Cahais; Pillud, Toranzo, Yacob, G. García; Respuela, Hauche y Teófilo Gutiérrez.
Muchos son los puntos a desmenuzar a partir de estos tres cambios. Por empezar, sabiendo la gran diferencia que hay entre los jugadores reemplazantes y los reemplazados (Respuela x Lugüercio, Aveldaño x Martínez y Licht x García) ¿era necesario mantener el esquema? La respuesta es: No.
Intentando comprender el porque del apoyo al 3-4-3 creó que es para rescatar: a favor del entrenador; había pedido un volante por izquierda (ingresaba por Licht) y un defensor (por Martínez). De esta manera, al amparar el dibujo, hay que darle la derecha al DT y culpar a quien corresponda por no haber traído lo que pretendía para pelear de verdad arriba. En contra: No se debe jugar con Racing para mostrar que el club está siendo manejado por dirigentes que no están aptos para llevar las riendas de una institución tan grande como las de Avellaneda. Si el propio Russo, sabe los errores que cometieron los popes e indistintamente a esto continuó, todos los partidos debe poner lo mejor que tiene a disposición y no experimentar cosas para demostrar que su pedido de refuerzos debió haberse efectuado.
Russo no lo pidió e igual llegó, pero: ¿Franco Zuculini no está en condiciones de tener más minutos? Entiendo que sí.
Buscando profundizar en esto, otro punto sale a la luz como duda: Si se ganaba o se jugaba bien con cuatro defensores, ¿el culpable mayor de las derrotas vividas anteriormente hubieran sido solamente Aveldaño, De Olivera, Licht o el  técnico de Racing? Considero que el entrenador, ya que habría tomado mayor magnitud en la derrotas por no haber cambiado en aquel entonces el esquema y al compararse esos partidos con éste último, la voz del hincha diría: “Si con Lanús jugábamos con cuatro atrás ganábamos, viste que este no sabe nada?”
Lamentablemente para Racing estos análisis hay que hacerlos en la previa al clásico y arrastrando cuatro partidos sin ganar (3 derrotas 1 empate).
Es triste tener que observar estas cosas y no se el equipo jugó bien o mal, porque el único que pierde en esta guerra de egos, es el club.
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