sábado, 22 de mayo de 2010

Milito: héroe del Inter, orgullo de Racing

Diego Milito le puso su sello a la victoria de Inter sobre Bayern Munich y con sus dos goles le permitió a su equipo coronarse campeón de la Champions League luego de 45 años.

Ningún hincha de Racing se sorprendió al verlo desplegar toda su categoría para llevar al Inter a lo más alto. Desde otro rincón del planeta, a los simpatizantes del Genoa y del Zaragoza tampoco los tomaron por sorpresa las destrezas de aquel delantero que alguna vez los hizo deleitar a ellos con su enorme talento y habilidad. Diego Milito le puso su sello a la victoria de Inter sobre Bayern Munich y con sus dos goles le permitió a su equipo coronarse campeón de la Champions League luego de 45 años.

Al principio de la temporada, la figura de ex Racing había quedado opacada por la llegada de Samuel Eto'o. Con la humildad que lo caracteriza, Milito se encargó de demostrar en la cancha que es un jugador extraordinario y que la camiseta de un equipo grande de Europa, lejos de pesarle, le calza a la medida.

Hace una semana, Milito había marcado el gol ante el Siena que le permitió al Inter obtener el quinto Scudetto consecutivo. Y, frente al Bayern Munich, volvió a vestirse de héroe y, además, fue elegido mejor jugador del final. Desde sus pies, nacieron los dos goles que bañaron de gloria al equipo italiano.

Cuando iban 35 del primer tiempo, Julio César realizó el saque de arco, Milito bajó la pelota para Sneijder y éste se la devolvió. El ex Racing fusiló a Butt y empezó a dibujar, con su talento, la victoria. El segundo gol fue una pincelada made in Milito: A los 35, liquidó un contragolpe con una exquisita definición cruzada, tras un pase largo de Eto’o. En ese instante, el Príncipe se convirtió en rey y soberano de la gloria.

Milito nació en Bernal (partido de Quilmes) el 12 de junio de 1979. El delantero jugó en Racing desde juveniles y, con el paso del tiempo, logró ganarse un lugar en la Primera División. Debutó en la primera el 11 de diciembre de 1999 en Santa Fe, en el empate 3 a 3 frente a Unión, de la mano de la dupla técnica conformada por Gustavo Costas y Humberto Maschio.

Con perfil bajo y su capacidad técnica como mejor carta de presentación, fue una de las figuras del equipo que fue campeón en el 2001, bajo la conducción de Reinaldo Merlo. Confeso hincha de La Academia, para el delantero fue una doble alegría.

Milito continuó en el plantel hasta principios de 2004 cuando fue vendido al Genoa de Italia. Con la camiseta académica, disputó 137 partidos por torneos de A.F.A. y marcó 34 goles. Además, jugó 8 encuentros por Copa Libertadores (convirtió 2 tantos) y 3 por Copa Sudamericana (1 gol).
En la temporada 04/05 estuvo en el Genoa de Italia, que se encontraba en la Serie B. Con este equipo logró el campeonato de Segunda División y el ascenso. Debido a problemas legales, el equipo luego perdió la categoría. Milito fue un jugador adorado por los hinchas del Genoa.

Luego, emigró al Real Zaragoza donde estuvo hasta el 2008. En ese club, tuvo 125 apariciones y 61 goles. Tras esa experiencia, el jugador retornó al Genoa hasta mitad de 2009 y luego fue transferido al Inter. En el club italiano, Milito superó los 40 partidos y los 20 goles convertidos. Además, durante el 2010 consiguió la Copa Italia, la Liga de la Serie A y la Liga de Campeones de Europa.

Pero no solo su talento con la redonda fue reconocido. Milito fue distinguido como el jugador "más leal, correcto y simpático" del Calcio por la Fundación "Giuseppe Prisco", en su octava edición.

El futbol del Príncipe también alcanzó a la otra camiseta celeste y blanca. Su debut en la Selección fuel 31 de enero de 2003, en un amistoso frente a Honduras, bajo la conducción de Marcelo Bielsa.

Después de haber alcanzado la triple corona, a Milito lo espera el gran desafío de disputar el mundial con la Selección conducida por Diego Maradona. Aunque ya se encargó de demostrar que a Sudáfrica llegará con el talento intacto y en su mejor nivel.

Con 31 años, Milito se vistió de héroe para que el Inter abrace la gloria. Y en Avellaneda los corazones albicelestes acompañaron su conquista con el más grande orgullo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario