El contrato del enganche vence en junio y los dirigentes ya le comunicaron que no seguirá en el club. Además, la compra del pase de De Olivera se complicó.
Cuando Racing empezaba a caminar por la cornisa, sus toques mágicos le habían permitido al equipo amigarse con la pelota y empezar a exorcizar los fantasmas. Incluso, en los últimos encuentros había logrado la ansiada titularidad. Las últimas actuaciones de Sebastián Grazzini habían dejado abierta la puerta a una posible renovación de su contrato, que vence en junio. “Tengo ganas de quedarme”, había admitido el enganche. Sin embargo, los dirigentes ya le comunicaron que no seguirá en el club. De esta manera, el Mágico deberá empezar a evaluar las ofertas de Tigre y de equipos de Chile y Ecuador.
Grazzini llegó a Racing de la mano del entrenador Ricardo Caruso Lombardi. La seguidilla de lesiones y altibajos en su rendimiento le impidieron tener continuidad en el equipo.
En el año y medio que estuvo en Avellaneda, jugó 33 partidos y convirtió cinco goles. En el Torneo Clausura, solo pudo jugar 479 minutos y marcó un solo gol, ante Atlético Tucumán.
Para el puesto de enganche, los directivos de Racing hace tiempo que sueñan con poder contar con Andrés D´Alessandro, quien ya dejó en claro que seguirá en Internacional de Porto Alegre. Y en varias oportunidades también se habló del colombiano Giovanni Moreno.
Además del tema Grazzini, en las últimas horas surgieron complicaciones en la compra del arquero Jorge De Olivera. Racing tiene la opción de adquirir la mitad del pase en 300 mil dólares. Pero la intención es hacerlo en cuotas y, además, no subir el contrato que percibe el jugador. Ambas cuestiones no serían aceptadas desde el entorno del ex Chicago.
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