La Academia, dirigida por Diego Pablo Simeone, ganó ante su gente y mostró un rendimiento más que mediocre. Ante un equipo del ascenso como Atlanta, no dominó en ningún momento el juego y llegó a la victoria mediante dos pelotas paradas. Falta poco para el debut y el equipo, se está armando.
El comienzo del torneo, está a la vuelta de la esquina y el equipo recién se está empezando a gestar. Un aspecto positivo a señalar es el buen manejo de la pelota parada, no solamente porque Racing obtuvo sus dos goles mediante éste camino, sino porque en todos los tiros libres, se vieron movimientos interesantes dentro del área y buena ejecución de los jugadores.
Otra cosa que se puede resaltar como buena, es que nuevamente, el arco del equipo está en manos de un hombre con personalidad. Sin dudas, que habrá que aguardar para analizar al arquero el momento que arranque el torneo, para ver realmente como está luego de su paso por Europa.
Lamentablemente, esos son los únicos detalles a considerar como positivo, ya que el equipo del Cholo se está armando y mostró muchísimas falencias en todos los sectores de la cancha.
A la defensa mucho no hay para criticarle, ya que no fue atacada por el Bohemio. Indistinto a esto señalar que Eric Aparicio (10 de Atlanta, salido de Lanús) bailó en varios momentos del partidos a los jugadores de la Acade.
La mitad de cancha, se encontró con un 5 como Agustín Pelletieri que no pudo sacar a la luz todas sus dotes de buen jugador, que sin dudas lo es, porque el desorden era tal, que nadie sabía los lugares a cubrir. Mejor dicho: Pelletieri y Lluy formaban un doble cinco, Toranzo jugaba delante de ellos pero detrás de Hauche y Viola quienes por los extremos no terminan de ser ni volantes ni delanteros.
Lo que hacía que el ex Lanús no pudiera mostrar sus mayores virtudes. Para desgracia de él y del equipo, Simeone jugará con este sistema todo el campeonato.
Ante este esquema atípico y desconocido para los jugadores (ya que están en plena preparación) ninguno de los nombres propios pudo resaltar en el partido. Claro está que los dos goles convertidos por Matías Martínez, hacen que éste, este un escalón por encima del resto, aunque no haya trabajado tanto en su faceta como defensor.
En ataque, aunque no exigió mucho, Valentín Viola fue el que más insistió. Lugüercio, jugó como nueve y no funcionó, Hauche se dedicó a pelear con Lugo y no explotó, en tanto que el juvenil, desbordo, y fue pulsante en varias ocasiones.
Cada vez falta menos para que arranque el torneo, se sabe que se está a la espera de refuerzos y de retornos. Por el bien futbolístico de Racing, esperemos que estos jugadores que se sumen, puedan ensamblar en un sistema que muestras muchísimas cosas a mejorar.
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