sábado, 26 de febrero de 2011

San Teófilo de Barranquilla


Con dos goles del colombiano Gutiérrez y una actuación brillante de Iván Pillud, Racing le ganó 2 a 1 a San Lorenzo. Botinelli marcó para el Ciclón.Parecía que la historia se repetía y Ramón Díaz volvía a sonreír ante Racing. Aunque la Academia era más que el rival, no podía torcer la historia. Pero entonces apareció el. Para un colombiano nada mejor que otro colombiano, dirían por ahí. Es que justamente de las tierras de Giovanni Moreno llegaron los dos goles con  los que el equipo de Russo venció a San Lorenzo. Así, Teofilo Gutiérrez fue el santo que escuchó las plegarias de todo el pueblo albiceleste. 

En el comienzo, Racing de a poco fue haciéndose con la pelota y se acomodó en el campo de juego. Los primeros avances fueron a través de Licht. A los tres minutos, hubo un remate defectuoso de Pillud. Y, seguido a ello, otro disparo desviado de Zuculini. Gutiérrez lentamente fue entrando en contacto con la pelota y de esa manera el equipo fue creciendo. El local no gravitaba ni tenía ninguna llegada de riesgo. Pero, como suele sucederle a Racing, en la primera que tuvo, el rival facturó. A los 10 minutos, Botinelli cabeceó tras un córner y marcó el 1 a 0.
A partir de allí, La Academia pareció salir eyectado hacia el arco de Migliore. Aunque, por momentos, equivocaba el camino al abusar de centros erráticos y tener desatenciones en el mediocampo. Al verse en ventaja, San Lorenzo le cedió terreno y se dedicó a esperar que pasaran los minutos. A los 16, hubo un remate de Licht tras un pase de taco de Lugüercio.
Dos minutos después, Hauche desenfundó un remate que se fue cerca del palo.
A pesar de que La Academia estaba decidida a igualar el partido, perdía la pelota infantilmente en el mediocampo y eso lo perjudicaba.  A los 21 minutos, Hauche volvió a probar con un disparo lejano. El equipo de Russo se las ingeniaba para atacar y tenía en Pillud su arma más poderosa en ofensiva. A los 28, hubo un remate de Romagnoli tras un error de Martínez. A esa altura, Teófilo parecía no terminar de amigarse con la pelota y Lugüercio  se equivocaba en los pases. A los 38, De Olivera se quedó con la pelota interceptando un pase para Salgueiro. Como si fuera poco,  Hauche cayó en varios fuera de juego y  Racing no encontraba el empate que esas alturas merecían ampliamente ante un rival que se había conformado con la ventaja.
A los 41, hubo un cabezazo de Gutiérrez que atajó Migliore. Fue un aviso de lo que sucedería unos minutos después.  A los 44, Pillud arremetió, mandó el centro y Teófilo la mandó contra la red con una palomita perfecta. Así, con el empate en el bolsillo, Racing se fue a los vestuarios.
En el comienzo de la segunda parte, La Academia empezó a dar señales de que no se conformaría con el empate. Antes de los dos minutos, hubo dos disparos desde lejos de Yacob y Lugüercio. Gutiérrez parecía moverse con más confianza y el Payaso bajaba para que el balón pudiera circular entre las líneas de ataque. A los seis minutos, Romagnoli desperdició una llegada y atajó De Olivera. Un minuto después, Lugüercio remató por arriba. Racing presionaba y trataba de avanzar.
A los nueve minutos todos los méritos que había acumulado Racing quedaron graficados en la red y otra vez con la misma fórmula: centro de Pillud y Gutiérrez la empujó hacia la red. A partir de allí, el equipo creció y tuvo varias situaciones para aumentar el marcador. Ramón Díaz estaba a los gritos porque su equipo no encontraba la pelota. Entre medio, Hauche y Migliore protagonizaban su duelo personal, al igual que Teófilo y Tula. A los 19, Hauche remató mal y tapó Botinelli. Russo mandó a la cancha a Bruno por Franco Zuculini. Además, Gutiérrez se fue ovacionado al ser reemplazado por Respuela. Minutos después, Pillud debió salir por un golpe e ingresó Aveldaño. Si San Lorenzo mantenía alguna esperanza de empatar era porque Racing no se adueñaba del balón y se retrasaba en el campo. A los 38, hubo un peloteo en el área académica que, después de varios intentos, fue rechazado por Licht y Aveldaño. A los 43, Tula cabeceó afuera. Así, con alguna zozobra en el final, Racing se quedó con una victoria para empezar a dejar atrás las dificultades. La Academia tuvo su propio santo y Ramón esta vez se quedó con un dolor de cabeza.
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