Evidente ausencia de referentes

Al igual que ante All Boys, el equipo de Russo, volvió a perder. En aquel partido perdió su figura. Hoy, tres puntos.

“Si queremos pelear arriba, tenemos que dar el salto de calidad”, decía el entrenador de Racing en plena pretemporada. Vaya si tenía razón. Es cuestión de ver al equipo y queda de manifiesto que no se equivocaba. La primera fecha en Floresta, por no tener referentes y experiencia o voz de mando que le remarcara los errores al propio Lunati. O ninguno de los jugadores que “copara” la parada con Barrientos, no solo la Academia, sino que el fútbol argentino en su totalidad, se perderá a G10 por seis meses, como mínimo.

Para mostrar donde estamos parados hay que tomar como punto de partida lo siguiente: con Moreno, Yacob y Toranzo Russo insistía que se necesitaba pegar el salto de calidad. Luchó para incorporar a Schiavi, Fuentes, Mercier, M. González, Cvitanich, entre otros y ninguno llegó. Según sus propias palabras, el DT, dejaba en evidencia que no era su plantel ideal. Ahora, sin sus ejes futbolísticos (lesionados) y sin los jugadores que pidió, continua luchando desde donde puede para mantener viva la ilusión de pelear arriba.

En distintos momentos del partido, se vio como Martínez, Pillud, Hauche, Lugüercio y hasta el propio Licht, seguramente por orden del banco, iban encima de Lostau cuando el concepto del árbitro no era el apropiado o a los jugadores de Racing no les simpatizaba. Más allá de este aspecto, un cambio positivo en comparación con la “guerra de Floresta”, sin desmerecer a nadie: caudillo se nace, no se hace. O se nace y se confirma dentro de los tiempos naturales de un jugador. Nunca a la fuerza. Poclaba nació caudillo, se deja ver. Pero no se confirmara hoy, la fecha que viene o el torneo próximo. El tiempo le da lugar a esos aspectos. Y, de acuerdo a las urgencias, en Racing no hay tiempo. Vale la comparación de lo que entregaba/ó la noche del sábado en este contexto. Mientras Somoza, Battaglia, Palermo y Carusso, eran algunos nombres fuertes que tenía Boca, en Racing se repartía una juventud con muchas ganas y cosas por aprender.

¿Ante Boca se extrañó Giovanni? Sin dudas. Indistintamente de lo que pueda dar el colombiano desde su juego para el equipo y el aporte estético, generaba no solo en sus compañeros sino que también en los rivales respeto por su técnica.

A pesar de estos matices, no es momento de lamentarse, ahora habrá que intentar solucionar mediante el trabajo colectivo la ausencia de líderes futbolísticos y de experimentados. Lo que no se hizo no se hizo. Racing, por falta de dinero no reforzó y ahora con apenas dos fechas en disputa, ya está pagando los errores de escritorio.

 
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