Tras la caída con Boca en el Cilindro, el técnico de Racing declaró en conferencia de prensa. Miguel Russo se salió del molde y realizó una sorpresiva crítica, a los dirigentes, por la falta de refuerzos.
Miguel Ángel Russo habló luego del partido. ¡Y cómo! Acostumbrados a sus declaraciones con poco ruido, tras la derrota pudimos escuchar una dialéctica poco habitual. Ahí va un Russo fuera de serie.
“Fue un partido parejo, muy trabado. Nadie te regala nada. Y por un contragolpe, a través de un error, te viene el gol. Este tipo de partidos se define así, el que mejor resolvía las bandas y el que menos se equivocaba. Y las veces que tuvimos, García (Javier) respondió muy bien”, analizó con gran exactitud. En cuanto a la jugada del gol marcó: “Es una desatención nuestra. Una jugada que viene después de un córner y desatendemos, porque los centrales se venían acomodando, y largamos la marca. La marca no hay que largarla hasta que termine la jugada o lleguen los centrales”, tiró, en un claro mensaje a Licht. Ese, fue el primer disparo de varios.
“Perder por un error me duele mucho, a esta altura no lo comparto. Si me gambeteaste y la pusiste en un ángulo, bueno, chau, no hay problema. Habíamos hablado de la pelota parada: sin errores, tanto a favor como en contra”, subrayó, con muecas de bronca y decepción. Y redondeó: “Fue un partido parejo que se definió por un error”.
Las imprecisiones y los errores constantes, con más injerencia en la segunda mitad, alteraron al DT. “Racing debe renunciar a perder tan fácil la pelota. Y si la perdemos, debemos estar bien parados”, soltó.
Aceptó que su Racing es otro equipo sin Giovanni Moreno y sin Toranzo, dijo que “está bien, pero hablar de lo que te falta no alcanza ni consuela. Con lo que teníamos en cancha y no cometiendo errores, podría haber sido de contragolpe tranquilamente”.
Ese conjunto seguro, con rasgos de autoridad en el primer tiempo, se desmoronó en el complemento. “En el segundo tiempo noté nervioso al equipo”, subrayó el técnico.
El debut de Teófilo Gutiérrez fue poco auspicioso. Lento, impreciso y descargando rápido, sacándose la presión. Así se lo vio en su primer exámen. “Boca defendía bien y por eso salía del área. Confío en él”, lo respaldó Russo, más tarde.
El partido fue bastante luchado y con más intensidad por el lado de Boca. Sin embargo, el técnico quiere frenar las quejas hacia este tema. “Yo no sé si fue un partido de mucha violencia. Salvo que le perdona la amarilla a Insaurralde en el primer tiempo, lo deja seguir. Pero a un defensor una amarilla te lo condiciona. El árbitro sacó bien el partido, salvo errores finitos”, indicó de Patricio Loustau.
Por unos minutos dejó el encuentro atrás o, mejor dicho, hizo base en él para despotricar por la ausencia de refuerzos en puestos claves. Por primera vez, Russo hizo notar que está insatisfecho con lo que le trajeron. “Hay jugadores que te llegan a última hora y no los podemos poner en el punto justo que tenemos que tener”, señaló, en clara alusión al flojo estado físico de Teófilo Gutiérrez. Y sumó, sin querer provocar polémica pero generándola al mismo tiempo: “Ahora es tarde hablar de todo esto. Si uno no previene antes, ahora lamentarte no sirve. Si uno quiso buscar a Barrientos, Coria, porque yo entendía que necesitábamos un poco más de fútbol...”. A esta altura, sus dichos no necesitan explicación. Fue un tiro directo y artero a la cúpula dirigencial académica.
La cabeza del grupo lució cierta resignación ante la posibilidad de recibir un nuevo futbolista. “Dentro del medio local es muy difícil conseguir un jugador. Los equipos están armados y no nos van a dar uno. Y afuera, todos los que buscamos están en actividad. Además Brasil y México están antes que nosotros en el mercado”. Y agregó: “Traer un jugador de las características que buscamos cuesta entre cinco y seis millones de dólares. O los que buscás están jugando copa, Champions League. Yo no vuelo…”
Molesto por los lamentos por Gio, aún vigentes, advirtió: “Nos tenemos que olvidar de Giovanni (Moreno), hay que darle un corte a eso. Porque no lo tenemos, desgraciadamente no lo tenemos. Esto es lo que tenemos hoy”. “Ahora hay que recuperar a los jugadores que están afuera”, dijo, pensando en San Lorenzo. En referencia a la vuelta de su cerebro en la cancha aclaró: “El sábado que viene no tendremos problema para poner a Toranzo”. De Yacob, todavía, nada. El hermetismo en torno a su lesión es total.
Si hay algo que realza al técnico albiceleste es su firme postura desde el comienzo del Clausura. “Es un plantel corto”, “…arrancamos en desventaja…”, “…se fueron cuatro y llegaron dos…”, fueron todas frases made in Russo. Hoy, recuerda que el certamen ya está en juego y no hay huecos para el arrepentimiento. Así, el hombre amante del orden, la tranquilidad y la organización, se despidió con una enseñanza desempolvada de su manual: “Todo lo que te puede ocurrir, prevenlo antes”.
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