jueves, 9 de diciembre de 2010

Vino con sabor a fútbol

En un partido donde ambos equipos tuvieron situaciones, Racing empató 1 a 1 con Godoy Cruz. Los goles lo marcaron Jairo Castillo e Iván Pillud. Fue expulsado Bruno Zuculini. Racing alcanzó los 29 puntos en el torneo pero no pudo quedarse con la victoria que necesitaba pensando en la Libertadores.

No se dieron tregua. Los dos lucharon por acaparar la victoria. Ambos regalaron pasajes de fútbol. Sino no hubo más de dos goles, fue porque los arqueros tuvieron un papel estelar y dijeron presente cada vez que hizo falta. En Mendoza, Racing empató 1 a 1 con Godoy Cruz.

Ambos equipos arrancaron el encuentro con la intención de manejar el balón. A los 3 minutos, hubo un remate de Toranzo que rebotó en un hombre de Godoy Cruz. Un minuto después, Aveldaño despejó de cabeza una chance para el local.

De a poco, Godoy Cruz trataba de abrir la cancha. Cuando iba casi 7 minutos, llegó el primer gol del encuentro: Racing quedó muy mal parado en defensa, Carranza metió un pase para Castillo, el ex Independiente logró sacarse de encima a De Olivera y no perdonó.

Dos minutos después, Hauche cabeceó y Torrico la mandó al corner. A pesar de la desventaja, Racing intentaba seguir jugando, manejando el balón, generando espacios a través de Giovanni Moreno. Por momentos, el colombiano quedaba muy retrasado. A los 10 minutos, De Olivera sacó con los pies un remate de Sánchez. Tres minutos después, un hombre de Godoy Cruz volvió a quedar mano a mano con el uno académico: Carranza encaró hacia el área pero su remate se fue por arriba.

A los 14, hubo un cabezazo de Moreno que atajó el arquero. En el mediocampo, Zuculini se las ingenió para trabar de cabeza, emulando a su hermano Franco. En esa etapa del encuentro, Racing cometía muchas imprecisiones y le costaba bajar la pelota. A los 18, De Olivera salvó con los puños tras un tiro libre. Un minuto después, Gio la metió para Hauche pero apareció Ceballos para mandarla al corner. A los 21, Hauche desperdició un mano a mano que fue resuelto oportunamente por Torrico. Dos minutos después, Sánchez remató apenas por encima del travesaño. A los 26, se produjo una jugada increíble: Castillo remató al arco y el palo salvó a Racing. El delantero volvió a probar sin éxito y tras ello se lesionó. Uno minutos más tarde, tuvo que ser reemplazado y en su lugar ingresó Salinas. Por el lado de Racing, Bieler le pegó defectuosamente con la rodilla y se la perdió cerca del arco, tras un cabezazo de Martínez. A los 38, De Olivera se quedó con la pelota tras un pase de Carranza a Rojas mientras que Hauche también dilapidó una chance para Racing. Cuando parecía que La Academia no le encontraba la vuelta, apareció Pillud: a los 41, se llevó la pelota por la banda, y definió con la categoría de un eximio delantero. A los 43, Villar remató y tapó De Olivera. Cuando se estaba por bajar el telón de la primer parte, Bieler intentó desviar un remate de Giovanni pero no lo consiguió.

Si en el primer tiempo el equipo de Russo pareció coquetear con la buena fortuna, en el arranque del segundo pareció aquella pareció darle vuelta la cara: Pillud debió salir de la cancha lesionado. El defensor fue reemplazado por Lluy. A los 2 minutos de juego, De Olivera salvó tras un error grosero de la última línea académica que posibilitó un remate de Carranza. Un minuto después, el delantero volvió a la carga y ésta vez la pelota picó en el césped y se fue por arriba. Racing parecía no terminar de acomodarse en el campo de juego y dejaba que el rival avanzara con facilidad. Mientras tanto, Toranzo pateó al arco y el tiro fue contenido por Torrico. A los 7, Rojas desenfundó otro remate y el travesaño le dijo que no. La fortuna otra vez le guiñó el ojo a los dirigidos por Russo. Godoy Cruz no se dio pro vencido y siguió intentando pero De Olivera estuvo allí para frustrar cada ataque: a los 10, se lo tapó a Salinas y más tarde a Carranza.

Russo mandó a la cancha a Lugüercio (en lugar de un Bieler, quien otra vez no gravitó) con una misión bien definida: arrastrar las marcas para que Racing pudiera abrirse camino. Y el Payaso entró en acción: a los 14, encaró hacia al arco pero fue atorado por Torrico. A los 19, Toranzo hizo una jugada personal, con gambeta incluida, pero el arquero del Tomba no quiso ser menos que De Olivera y se quedó con la pelota. De a poco, el partido pareció perder un poco el vértigo e intensidad iniciales, aunque ambos equipos continuaron en busca del arco rival. A los 29, después de varios cabezazos en el área académica, Carranza probó de cabeza pero la pelota fue a parar arriba del travesaño. Racing intentó con un cabezazo de Fernández y un remate defectuoso de Lugüercio. Cuando el partido culminaba, Zuculini vio la roja. Y así el resultado fue inamovible. En tierra de viñedos, Racing tuvo pasajes de buen fútbol pero también sufrió en lo defensivo. No le alcanzó para llevarse los tres puntos y se trajo un empate para seguir engrosando una campaña que ya suma 29 puntos. A su vez, no pudo quedarse con una victoria vital para su sueño de ingresar a la Libertadores. En Mendoza, el vino tuvo sabor a fútbol. Para los de Russo, tuvo un sabor agridulce.

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