La etapa de receso sirve para que lo institucional tome valor en el mundo Racing. Las declaraciones del presidente Molina al diario Crónica y a Racing.com.ar disparó el debate.
La entrevista realizada por Matías Ruffet del diario Crónica al primer mandatario albiceleste fue el punto de partida para los días agitados que acontecieron en todo lo que a Racing implica. Claro, el referente de Racing Vuelve dejó varios títulos para no dejar pasar.
Ante cada oportunidad que tiene recuerda la inexperiencia dirigencial del grupo que se impuso en las últimas elecciones. Es factible, que ante la opinión publica suene honesto, autocrítico y hasta una postura responsable de alguien que se sabe inexperto en algunas situaciones. Aunque, es oportuno colocar las cosas al revés: de no haber sabido como manejar una institución, los vericuetos de la misma y, sin olvidar el contexto en el que se convocó a los comicios, sabiendo la urgencia de gestión que tenía (tiene) el club es imperdonable que alguien se proclame como inexperto ante tamaña responsabilidad luego de haber asumido en funciones y tras insistir en la campaña sobre que “los pibes no se venden” y el “cilindro no se alquila”. Los pibes se vendieron, están en venta y se venderán y el cilindro se alquiló. Con una salvedad: los $130 mil pesos sirvieron para sanear la escritura del colegio. El colegio se encuentra en una antigua casona, por ende es difícil imaginar que escriturar el inmueble se acerque a la cifra del valor que pagó Independiente para jugar en nuestro estadio.
En la primera parte de la entrevista deja en claro que son varios los empleados de Blanquiceleste que aun trabajan en Racing. “Cuando nosotros recibimos el club, en realidad no había un club. Tuvimos que armar un organigrama desde cero. No había departamento de marketing, de fútbol amateur, no había departamento de nada. Entonces, tuvimos que ir armando los distintos departamentos que hoy formar la organización Racing Club. En estos dos años Racing ha ganado credibilidad”, dijo Molina en la primera parte de la entrevista. No es casual que ponga en sus declaraciones al departamento de Marketing por encima del fútbol amateur y que ni siquiera haga mención de más disciplinas o las respectivas sedes. Es tal el valor que le otorga esta gestión al departamento de marketing que está, salvo del fútbol, por encima de todo. Hecha la aclaración permito agregar otro párrafo con declaraciones: “Hay varios empleados de BC que están trabajando, nosotros nos fijamos en la eficiencia de las personas en la función que tienen. Los empleados que han quedado es porque han trabajado muy bien en la función que estaban”, añadió Molina sin ponerse colorado ante semejante contradicción. ¿Como es posible encontrarse con un club en donde no había club, según sus propias palabras, y que dentro de ese grupo de profesionales se destaquen varios en sus funciones? Siendo justamente el responsable del departamento de marketing el mismo que ocupaba dicho cargo en la época de Blanquiceleste.
En otro apartado se refiere a las deudas que dejo Blanquiceleste y que ha debido afrontar la actual dirigencia. Un dato que pone en duda la veracidad las declaraciones posteriores a la salida de Maxi Moralez. Según se había dicho oportunamente, el no pago de la deuda que la empresa gerenciadora tenía con el jugador no se realizó para no “sentar precedentes” con futuro acreedores.
También remarca el descreimiento que se había ganado el club durante el gerenciamiento, ha cambiado durante el ultimo proceso. Es paradójico, ya que en las últimas horas el mismísimo Claudio Bieler declaró que su intención es dejar el club, entre otras cosas porque “no me he sentido cómodo en Racing por algunas cosas que han dicho los directivos”. Para cerrar diciendo: “Uno siempre espera que se cumpla lo que le prometieron”.
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