sábado, 4 de diciembre de 2010

El Demonio no perdonó al Lobo

Con un Moreno que fabricó pases artesanales y los goles de Hauche y Toranzo, La Academia venció por 2 a 0 a Gimnasia. El equipo de Russo alcanzó los 28 puntos en el torneo y aún sueña con ingresar en la Libertadores 2011.

Hace cuatro partidos que su nombre es sinónimo de gol. Otra vez, Gabriel Hauche fue el encargado de desatar la fiesta del pueblo académico. El traje de rompe redes otra vez le quedó de maravillas y de su mano, Racing pudo mantener intacto su sueño de ingresar a la Copa Libertadores 2011. Con un Moreno que fabricó pases artesanales y un Toranzo que también se reencontró con el gol, La Academia venció por 2 a 0 a Gimnasia y alcanzó los 27 puntos en el torneo a dos fechas del final.

En los primeros instantes del partido, Racing intentó acomodarse en el campo de juego aunque el visitante le entorpeció el camino. Moreno tuvo algunos destellos y también recibió más de una patada. A los 8, hubo un remate de Gimnasia que fue a parar a las manos de De Olivera. A los 12, Moreno remató por arriba. En ese tramo del partido, el colombiano empezó a mostrar su mejor versión, robando el balón con clase y tirando algún lujo. A los 17, hubo un centro de Hauche que nadie supo conectar. Y, cuando Gimnasia parecía que estaba más cerca de abrir el marcador, Moreno apareció en todo su esplendor: a los 20, Gio metió un pase para Hauche y el ex Argentinos definió de taco entre las piernas de Sessa. Así, el Demonio alimentó su buena racha (cuatro goles consecutivos) y Racing pareció salir de su laberinto a puro pragmatismo. Tres minutos después, casi convirtió el segundo con la misma fórmula: pase del colombiano que Hauche no pudo liquidar contra la red. En ese momento, quedó claro que los pases en profundidad de Moreno le permitían a Racing abrirse camino para escapar de las garras del Lobo, quien aún con sus limitaciones seguía generando algún temblequeo en la última línea local. A los 27, Gimnasia tuvo un tiro libre a favor que no pudo aprovechar. Y, en el cierre de la primera etapa, el equipo platense pareció arrinconar a La Academia. A los 31, Aued mandó un centro al que Graf no pudo imprimirle destino de gol. A los 37, De Olivera tapó el empate en una jugada en la que ni Fontanello ni Rojano pudieron convertir. Cuatros minutos después, Encina remató por arriba y, casi sobre el final, Casco cabeceó y la pelota picó contra el césped y se fue apenas por arriba del arco.

Así, el equipo de Russo se fue al entretiempo en ventaja pero sin haber logrado controlar el partido ni mucho menos maniatar a aún rival con serias limitaciones ofensivas.

En el complemento, no hubo demasiados cambios en cuanto al trámite del partido. A los 3 minutos, Giovanni despejó casi sobre la línea y evitó así la caída del su propio arco. Un rato después, Sapetti remató por arriba. Aunque al equipo de Russo tenía evidentes dificultades para generar jugadas precisas, Toranzo se las ingenió para sacudirse la sequía personal. A los 15, Pillud lo habilitó y el ex Huracán desenfundó un remate que se clavó en ángulo izquierdo de Sessa. El segundo gol pareció aniquilar todos los intentos de Gimnasia por doblegar a La Academia. Y, como si fuera poco, sufrió la expulsión de Milton Casco. A los 18, Toranzo volvió a disparar, aunque esta vez le falló la mira y la pelota se fue por arriba del travesaño. De poco, Racing empezó a adueñarse de la pelota y eso le permitió transitar con menos sobresaltos los últimos tramos del encuentro. Russo mandó a la cancha a Lluy por Pilllud y a Lugüercio por Bieler. Pero la máxima ovación llegó cuando Moreno fue reemplazado por Licht. Cuando el árbitro marcó el final, todo el pueblo académico festejó una nueva victoria.

Con esfuerzo y ratos de fútbol, el equipo de Russo dejo en claro que quiere hacer de la victoria su sana costumbre para que el futuro del club pueda llegar a ser sinónimo de gloria.

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