lunes, 22 de noviembre de 2010

¿Quién puso ese palo ahí?

Giovanni Moreno lo habilitó a Pablo Lugüercio con un pase cruzado y, este, se la picó al arquero para luego estrellar el balón en el poste derecho de Galíndez. Esto, hubiese puesto el marcador 2-1 a favor de Racing. Que mala suerte…

Lo único que no le faltó al encuentro, fueron situaciones de gol. El ida y vuelta que se planteó en el césped del Presidente Perón no fue para cardiacos ya que en cuestión de segundos Racing lo pudo ganar y también lo pudo perder. Ya desde el arranque, un disparo potente del juvenil José Luis Fernández y un mano a mano que desperdició Gabriel Hauche, luego de ingresar al área por el sector derecho de la defensa rival.

Con un Giovanni Moreno apagado, la Academia intentaba por todos los medios posibles, imponerse en el resultado para poder seguir sumando de a tres. Pero la mala fortuna en una de las últimas jugadas del partido, no lo hicieron posible. Como no nos tenía acostumbrados, el técnico de Racing, Miguel Ángel Russo cambió su actitud y se la jugó. A los 23 minutos del segundo tiempo, la 7 racinguista se acercaba a la línea de cal que divide la mitad de la cancha. Se alzó el cartel electrónico y si, era el. Pablo Lugüercio ingresó por Bruno Zuculini y, para sopresa de muchos, la Academia estaba jugando con 3 puntas (Hauche, Bieler y Lugüercio).

El ingreso del Payaso trajo consigo el gol del conjunto visitante ya que en el mismo minuto de juego, el volante de Quilmes, Francisco Cerro colocaba la pelota dentro de la vaya defendida por Jorge de Olivera. Sin embargo, a los 3 minutos, Hauche descontó y la historia estaba para cualquiera.

Las estadísticas acompañaban al recién ingresado. Las últimas dos veces que ingreso desde el banco, marcó un gol (frente a Arsenal 2-2 y Newell´s 2-0). Y en este caso, recibiendo a Quilmes, fue la excepción pero la regla se podría haber cumplido si la pelota no hubiera estrellado en el poste. Giovanni Moreno (en una de sus pocas apariciones) habilitó con un pase cruzado entre la defensa cervecera y lo encontró a Lugüercio picando hacía el arco contrario. Ya ingresado al área y con el arquero acorralándolo, picó la pelota, superó al arquero y se estrelló en el poste. “Uhhhhh” se escuchó desde todos los sectores del estadio.

La mala suerte es un condimento el cual el hincha académico conoce a la perfección. En este caso, se pudo observar a la enésima potencia y se vio reflejado en una de las últimas jugadas del partido. La pregunta que no tiene respuesta es: ¿Quién puso ese palo ahí?

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