lunes, 8 de noviembre de 2010

La celeste y blanca, color que llevo en mis venas

El juvenil de Racing, Bruno Zuculini, Jugó su primer partido en el Torneo Apertura y lo hizo de titular. Corrió, metió y, hasta por momentos, se animó a gambetear.

Cuando el capitán de Racing, Claudio Yacob, recibió la tarjeta amarilla luego de reclamar bien un tiro de esquina para su equipo, Bruno Zuculini ya sentía algo especial en esa sangre celeste y blanca que le corre por las venas. Es que Yacob había llegado a la suma de 5 amarillas y tendría que salir del equipo.

La duda en cuanto a quien iba a ocupar el lugar de La Flaca, rápidamente fue despejada por el técnico de Racing, Miguel Ángel Russo. El entrenador se encargó de nombrar a Zucu como titular, ya era una semana distinta para toda la familia del pibe de 17 años.

Con tan pocos años en primera (y en la vida), Russo le intentó sacar presión: “A Bruno no le pido el partido de su vida. Que juegue, que haga lo que viene haciendo en las prácticas. Es muy chico todavía. Necesitamos de todos”.

El técnico lo apoyaba, los jugadores lo aconsejaban y el hincha fanático de la Academia sabía que el sábado adentro del campo de juego iba a estar presente otro simpatizante, otro enfermo por Racing.

Y el encuentro tan esperado llegó: eran las 18.30 del sábado y el conjunto de Avellaneda debía enfrentar al siempre complicado Arsenal en el Cilindro de Avellaneda.

Los primero minutos para Zuculini fueron complicados ya que el equipo se encontraba completamente partido. Y para colmo, el peor jugador de Racing, Claudio Bieler, perdió una pelota en la mitad de la cancha, contra de Arsenal, gol.

El equipo de Sarandí se encontraba en ventaja con un tanto inesperado, una sorpresa para todos. Pero Zucu no se desesperó y siguió mostrando esa sangre y entrega que lo caracteriza.

En el segundo tiempo se vio lo mejor del hombre nacido en Escobar. Luego de un primer tiempo raro para el mediocampista, en el cual le costó encontrar la posición, poco lo asusto para afrontar la segunda etapa.

Una vez que Pablo Lugúercio consiguió el empate, Bruno empezó a recuperar el balon y, hasta por momentos, se animó a gambetear. En los últimos 20 minutos se vio lo mejor del juvenil.

El partido finalizó 2 a 2 y se notó la ausencia de Yacob. Pese que Patricio Toranzo lo intentaba ayudar, Zuculini se encontró muy solo en el medio y no pudo cubrir todo el círculo central como lo hacía el capitán.

Pese a todo lo que se diga, el chico dejo sangre, sudor y una entrega constante que a muchos jugadores les hace falta. Con tan solo 17 años ya demuestra que tiene condiciones, un par de partidos más y a disfrutarlo, esperemos, por mucho tiempo.

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