lunes, 29 de noviembre de 2010

Más que tres puntos

De oro. Así se podría catalogar a la victoria por 2-1 que los dirigidos por Miguel Ángel Russo consiguieron en el Florencio Solá. Ubicados en la 5ta posición, la Academia sueña con una plaza para la Libertadores 2011.

Hace algunas fechas atrás, el sueño de ocupar una de las plazas que otorga la Copa Libertadores para el año próximo, resultaba una utopia. Hoy, con una racha de 6 fechas consecutivas sin conocer la derrota (la última fue frente al clásico de barrio por 1-0) la realidad pega distinto. Es que Racing se encuentra en la quinta posición en la tabla general y, si el torneo terminase hoy, estaría entrando a la máxima competición a nivel continental. El partido que le dio la posibilidad de estar, nada mas y nada menos que a 4 unidades de Vélez, fue la victoria que lograron hoy por 2-1 frente a Banfield en condición de visitante.

En lo que respecta a los 90 minutos que se disputaron esta noche, la Academia desde el arranque se mostró más agresiva y con más intensiones de llegar al arco rival. Si en las tribunas había alguna persona con problemas cardiacos, este no era el partido para que observaran ya que una ráfaga de goles azoto el sur. A los 21 minutos del primer tiempo, abrió la cuenta Gabriel Hauche luego de un exquisito pase de Patricio Toranzo quien lo dejó mano a mano frente a Bologna para que el Demonio la cruce de tres dedos y sentenciara el 1-0 parcial. Tres minutos mas tarde, a los 24 de la parte inicial, Rubén Ramírez (sí, el ex Racing) habilitó a Marcelo Carrusca con un taco dentro del área grande que lo dejó mano a mano con De Olivera que no pudo hacer nada para mantener el remate cruzado. Sin embargo, las emociones no terminaron ahí. Ni bien Racing repuso de mitad de cancha y con una corajeada de Marcos Cáceres para habilitar a Claudio Bieler que se encontraba ubicado en el centro del área rival. Taca, sin perder tiempo, paró la pelota y definió a un rincón. Con la minima diferencia a favor y con 15 minutos por jugar, ambos equipos siguieron intentando pero el marcador se mantuvo quieto.

Un primer tiempo que tuvo a Giovanni Moreno como enlace principal quien marcaba el rumbo del equipo con toques y lujos que hacían delirar a aquellos simpatizantes que se acercaron al Florencio Solá, dejaba en claro cual era el objetivo de los comandados por Russo. Llevarse los 3 puntos para Avellaneda.

Y así fue. El complemento fue otra historia totalmente distinta. El buen juego desplegado en los primeros 45 minutos quedaron de lado y el ranking rustico se llenó de participantes. Patadas por doquier hicieron que el árbitro del encuentro, Néstor Pittana, haga sonar su silbato más de una vez. 8 tarjetas (4 amarillas para Racing, 3 amarillas para Banfield más una roja para el taladro) fueron el resultado de un complemento ajustado en donde Racing no hizo más que intentar mantener la diferencia. El ingresó de Pablo Lugüercio por Claudio Bieler a los 24 minutos del segundo tiempo, intentó darle aire a una delantera que esperaba para salir de contra con la velocidad que le puede aportar el Payaso en los últimos metros. El ingresó de Iván Pillud a los 41 minutos por el colombiano Giovanni Moreno es una buena alternativa en defensa que, en este encuentro, no mostró resultados por el poco tiempo que el recientemente recuperado tuvo en cancha. La única participación clara que tuvo fue a los 50 minutos en la mitad de la cancha donde recibió un patadon de Víctor López que posteriormente recibió la tarjeta roja.

La victoria en Rosario frente a Newell’s y la recientemente obtenida frente a Banfield (ambas en condición de visitante y frente a rivales directos por ingresar a la Copa) le dan más que tres puntos. El próximo escalón de esta escalera será frente a Gimnasia en el Cilindro el próximo viernes con horario a confirmar. Según la Real Academia Española, la ilusión es aquella esperanza cuyo cumplimiento parece especialmente atractivo. La pregunta es: ¿Cómo no ilusionarse?

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