Nuevamente Racing empató un partido que en los papales tendría que haber ganado. Sin dudas que San Lorenzo es un grande, pero el mal momento que está pasando, hacía creer que La Academia iría con todo a buscar el arco rival, para poder descontarle tres puntos a Boca. Esto no paso y el Cholo, aunque no lo diga, se fue conforme con el resultado.
Algo que ya se torna desgastante e irritante, le está pasando al equipo de Simeone que es: No ir con decisión a buscar los tres puntos. En líneas generales, Racing es superior a los rivales pero no logra vencerlo (Tigre, Arsenal, All Boys, Unión y San Lorenzo). Claro está que si se pretende ser un real protagonista hay que parar de empatar y hacerse más amigo de las victorias. Lo positivo, es que La Acade no pierde y se destaca también, en el ámbito defensivo, la solides de los marcadores centrales más la seguridad que imprime Sebastián Saja.
Lo más triste es que Racing sin ir a buscar los partidos con decisión, genera más situaciones de riesgo que los rivales y estos no pueden adueñarse en ningún momento del partido, de los tiempos y el control del juego.
Usted me dirá: ¿Qué es lo triste de esto entonces? Sencillo, la respuesta es otra pregunta: ¿que sería de este Racing si se animara a más? Esto no quiere decir que hay que desvirtuar las líneas o regalarse en el fondo, pero sí tener la convicción de mirar el arco rival con frecuencia.
En mención a la conclusión personal que hago por lo demostrado por el DT, y sus sensaciones a partir del resultado de clásico, se vio claramente que lo pretendido era no perder. ¿Por qué digo esto? Minutos previos al comienzo del acotejo, sale a la luz que no iba a ingresar Gabriel Hauche como titular y que en su lugar entraría Luciano Aued. El volante ex GELP, tiene como característica individual, que intenta dar equilibrio y horizontalidad al equipo. Cosa inversa que regala el Demonio, quién tiene como esencia el dinamismo y la verticalidad.
La entrada del volante por el delantero, tenía como punto extra el cambio de sistema. Pelletieri, Yacob y Aued formaron una especie de línea de tres en el medio, Toranzo flotaba por todo el frente de ataque y Gio por la derecha, junto a Téo se movían en la delantera.
Con este esquema, quedaba claro que el cuerpo técnico, planeaba el acumulamiento de gente en mitad de cancha y buscar que los colombianos pudieran concretar algo, cosa que no paso.
Hay otro ejemplo que confirma estos análisis técnicos que tenían como esencia no perder, que fue cuando quedaban solamente tres minutos de partido y Simeone, algo poco habitual por su personalidad, teniendo una pelota al lado suyo, no apresura un lateral que tiene Racing y le remarcar a Pillud, con sus dos palmas haciendo una especie de flexiones de brazo, un: “Tranquilo, tranquilo” haciendo que lo minutos corran y que dos puntos quedaran en el camino.
De nueve choques se ganaron cuatro y se empataron cinco. Lo resaltante es, valga la redundancia, que no se ha perdido. En una semana, vendrá el clásico ante Independiente y ahí si, a partir de la actualidad de ellos, más el presente de la Acade, no se podrá especular con nada e ir a ganar como sea ese juego, para alegrar a los racinguistas y seguir en la lucha de arriba.
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