viernes, 25 de septiembre de 2009

"Tampoco jugamos contra el Bayern"



Prefiere no hablar de batacazos ni replegar dos líneas de cuatro bien pegaditas cuando se siente agredido o ninguneado. Acostumbrado a ser el centro de los flashes por luz propia, a Ricardo Caruso Lombardi, en la intimidad, no le gusta que su Racing sea eclipsado por la flamante primavera de Independiente, que viene de levantada por el empate contra Vélez pero con el recuerdo aún fresco del flojo partido ante Estudiantes. Y menos le agrada que se ubique de punto a la Academia y se le dé mayor protagonismo al vecino. No es un reproche puntual hacia el Tolo Gallego y sus jugadores, sino un aviso de que sus players mueren por redimirse luego de un mal partido ante San Lorenzo. "Ojo que todos los que dicen que Racing va de punto se pueden equivocar, quiero ver lo que hablan después, eh...", avisó el técnico en los días previos al derby y enseguida remató en Identidad Racinguista (AM 650): "Tampoco jugamos contra el Bayern Munich. Independiente mejoró mucho, es cierto, pero contra Estudiantes los hinchas hacían cola para matar a los jugadores de ellos".


Y el Tano analizó puntillosamente esos puntos débiles que hacen que Independiente diste de ser el poderoso equipo alemán. Con el 3-4-1-2 (ver aparte) casi confirmado, la idea del técnico de Racing es exprimir al máximo el talón de Aquiles de los de Gallego: las espaldas de Busse y Mancuello. Por eso es que Lluy y Lucero serían los laterales volantes que tendrían la función de contener y pasar al ataque con más flexibilidad que en el ya extinguido 4-4-2. Además, Castromán y Ramírez encontrarán al enganche que tanto necesitaban para tener más flujo de fútbol y llegadas. ¿Influyó el pedido de la gente de "ir al frente" para que Caruso meta mano"? Según él, no. "En el Ascenso siempre jugué con línea de tres. Me molesta que digan que el equipo no va al frente porque no es así. Yo me siento tocado porque toda mi vida fui al frente, con lo poco o mucho que tuve", siguió el entrenador.

Quizá tanto énfasis para darles crédito a sus dirigidos no sólo sea un inflador anímico carente de justificaciones fácticas. Cuentan puertas para adentro que hace tiempo que el DT no ve dos prácticas de fútbol tan buenas como las de la semana previa al clásico. Y no es un dato menor, porque siempre que el DT se mostró preocupado por los picados de su equipo trató de bajar el perfil y luego, por los puntos, el equipo mostró la misma palidez que en los ensayos. "Los jugadores y yo sabemos lo que nos jugamos en el clásico", cerró el DT.
 
Si pide aire y cámaras es porque sabe que tiene material para ser protagonista: "Vamos a ganar 2 a 0".

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