Yo estoy convencido, ahora son los jugadores los que tienen que convencerse de que pueden. Les puedo hablar mucho, pero después depende de ellos. Yo no soy un tipo que se cuelga como loco (en el cargo) y le hace mal a un equipo. Así que si no logran ese convencimiento, bueno, después veremos qué hacer. Pero por el momento confío en que se puede mejorar". Decepcionado, todavía sacudido por una dura bofetada recibida por parte de Independiente, con esas declaraciones Caruso Lombardi abrió por primera vez un interrogante en cuanto a su futuro.
Su Racing sigue en medio de un naufragio cada vez más peligroso, hasta aquí sin una brújula que le permita encontrar un buen funcionamiento. Así y todo, Caruso se había ilusionado con lograr una primera victoria que marcara el despegue del equipo. Pensaba dedicársela a Roberto Antelo, uno de sus colaboradores que pelea contra una grave enfermedad. Pero muy lejos de eso, perdió su primer clásico desde que dirige a la Academia y sumó seis partidos sin ganar, algo que nunca le había sucedido como DT.
La derrota comenzó a gestarse a partir de una línea de tres que hizo agua por todos lados en ese primer tiempo donde el Rojo le provocó numerosos problemas. Caruso pagó un alto precio por el poco tiempo de trabajo realizado con un esquema muy inconsistente. Sin embargo, Richard aseguró que "no me arrepiento de haber puesto línea de tres porque en la semana los vi muy bien". Aunque, al mismo tiempo, admitió que "los jugadores se sienten más seguros con cuatro en el fondo". Además, atribuyó el bajón del equipo al golpe tempranero: "El gol a los dos minutos nos rompió la cabeza, nos encarajinó todo y nos llevó a cometer varios errores. Y cuando queríamos levantar la cabeza del piso, el penal nos terminó de cocinar".
Más allá de los cambios de nombre y de dibujo táctico, Racing no responde y el técnico no sale de un desconcierto que hasta sintió en determinadas situaciones del encuentro. "Con la cancha mojada se caían nuestros jugadores y los de ellos no.... Incluso, dudé de que sus botines tuvieran tapones altos...". De todos modos, el entrenador intentó agarrarse de la búsqueda del equipo en la parte final: "Por la imagen que dejamos en el segundo tiempo la historia puede cambiar". Dada la falta de reacción del equipo, no sorprendería que sean borrados varios jugadores.
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