Si en el gol que sufrió hace una semana frente a Central tuvo cierta responsabilidad, qué decir del blooper que sufrió ayer para que Colón se ponga en ventaja. En contra de los principios básicos que todo arquero adquiere en su formación, a los 20 minutos del segundo tiempo, Pablo Santillo dejó picando un rebote en el punto del penal ante un lejano remate de Rivarola y le regaló el gol a Federico Nieto. No era un tiro que llevaba demasiado peligro porque el arquero de Racing estaba en el trayecto de la pelota y podría haber reaccionado de otra manera. Por caso, sacarla por arriba del travesaño sin mayores inconvenientes (era lo que intentó hacer), sacar un rebote hacia los costados (lo que indica el manual) o poner firmes los puños y alejar el balón lejos del área. Nada de eso ocurrió y Colón aprovechó la macana para quedar al borde de llevarse el triunfo ante una Academia muy nerviosa.
Pero más allá del error puntual que castigó a Santillo, el ex Atlanta alternó buenas y malas. Arrancó muy firme sacándole abajo un pechazo perfecto a Nieto y un cabezazo a quemarropa al mismo delantero. Después, ya con el marcador en contra, salvó el 0-2 cuando le tapó con los pies un mano a mano a Fuertes. En el debe, hasta el gol, tenía la inseguridad que brindó en el juego aéreo (pifió un par de centros que de milagro no cayeron en un jugador sabalero) y cierta impericia con los pies, que se notó cuando quiso sacar rápido al equipo y terminó con el balón en el lateral para el rival.
En sus primeros dos partidos en Racing, Santillo parece pasar de un extremo al otro. Sacó pelotas muy difíciles que tenían destino de gol y mostró algunos errores groseros que sentenciaron el destino de Racing. De todas maneras, el crédito sigue abierto y ya el miércoles tendrá una nueva revancha ante Arsenal. Vale recordar, por caso, que Migliore tuvo también un grave paso en falso contra Colón (su saque de arco pegó en la nuca de Fuertes y fue gol) y después terminó siendo un pilar indiscutido en el pasado campeonato de la Acadé. Habrá que ver si Santillo se recupera rápido de su magro debut en el Cilindro.
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