Se habló mucho en la semana de Rubén Ramírez. Que jugaba, que no jugaba. Que estaba bien, que estaba lesionado. Que iba al banco, que no iba. Al final, fue. Y hasta entró a los 12 minutos del ST, cuando se lesionó Lugüercio. Ni chicha ni limonada. Negra la tarde del 20. Tan oscura como la historia que se fue tejiendo a su alrededor con el avance de los días previos al clásico.
El viernes hubo práctica de fútbol 5 en el microestadio y allí estuvo Ramírez, a la par del resto. Lo curioso fue que Caruso, al charlar con la prensa, señaló que el punta andaba con una molestia. Y un ratito después lo excluyó de los concentrados. Se habló de una tendinitis en el tobillo derecho que le repercutía en el tendón de Aquiles, pero al día siguiente fue ratificado en el banco. Claro, sus partidos anteriores no habían sido buenos y estaba en duda por eso, más allá de que se especulaba con que el DT le iba dar otra oportunidad tras decirle que "esperaba un poco más".
Pero también se rumoreó acerca de la negativa del punta de ir al banco, por lo que se habría aparecido la información sobre sus problemas físicos. Bueno, al final, fue suplente. Y cuando entró, nada. Lejos del área, lento para girar, muy pesado. No gravitó ni fue referencia para un centro. Ni un poquiTito...
No hay comentarios:
Publicar un comentario