domingo, 31 de enero de 2010

Tres gritos que alimentan la ilusión

Racing venció a Rosario Central por 3 a 0 con tantos de Lugüercio, Martínez y Bieler. Sin brillar, los dirigidos por Claudio Vivas superaron con claridad a un Central que manejó mucho la pelota sin generar demasiado peligro para su rival. Con el triunfo, La Academia agranda su chapa de candidato.

Como mínimo, 45 mil personas colmaron el Cilindro a la espera de un Racing renovado, con sus tres refuerzos en cancha. Tanta presión se sintió durante casi todo el primer tiempo, en el cual los rosarinos fueron mejores que los de Avellaneda hasta los 35 minutos, sin llegadas netas, pero con un claro dominio del balón. Tal vez como nadie hubiera imaginado en la previa, los dirigidos por Vivas no presionaron en campo contrario, sino que decidieron esperar y salir de contrataque. Por el lado del conjunto de Cufaro Russo, cabe destacar que lejos estuvo de arrinconarse en su área. Todo lo contrario, Central salió a atorar a su oponente, no dejándolo desplegarse cómodamente e inquietándolo sobre todo por la banda derecha del ataque de la visita, a las espaldas de Mercado.

Las primeras jugadas del partido encontraron a los "Canallas" decidios a golpear de entrada a La Acadé. A los 4, Zelaya estuvo muy cerca de conectar con su cabeza un centro ejecutado por Ambrosi, el mejor de la visita durante los primeros 45, que hubiera terminado en gol. Lucas Licht cortó con mucha destreza un preciso pase de Astudillo a Gómez que tenía destino de red. Y De Olivera, tras un córner, encontró de casualidad la pelota luego de dos cabezasos dentro del área. Sin manejar el útil tanto como Central, Racing también tuvo sus oportunidades de la mano de Bieler: A los 10, a punto estuvo de gritar cuando una buena jugada colectiva terminó en un puntazo del ex Liga de Quito que salió desviado del arco. Wagner, con gran oportunismo y calidad, vio a Lugüercio entrar sólo al cuadrado defendido por Galíndez, el "Payaso" pudo bajar el balón pero éste quedó para Bieler, quien desperdició el mano a mano ya que el arquero pudo presionarlo con gran rapidez.

El tridente ofensivo, hasta ese momento, no terminaba por encontrarse y asociarse, salvo en alguna oportunidad en la que participó Licht, sin dudas el mejor de la cancha. Falcón y Wagner luchaban mucho en el medio pero casi siempre perdían, y si a esto le sumamos las constantes subidas del lateral izqiuerdo rosarino, varios eran los inconvenientes que tenía Racing. Los desacoples defensivos eran muy notorios. Pero esta Academia, a diferencia de tantos años anteriores, tiene individualidades que pueden por sí solos marcar el rumbo del encuentro. Y eso mismo ocurrió a los 39: un contragolpe realizado a la perfección culminó en gol de Lugúercio. Bieler, que no sólo se ocupa por marcar sino también por hacer jugar a sus compañeros, de espalda al arco en el círculo central, ejecutó una asistencia perfecta al Payaso, quien dejando en el camino a un rival, encaró al área y su remate terminó dentro del arco. A partir de ese momento, todo fue del local empujado en gran parte por el delirio de la hinchada.

Así fue como a los 42, otra jugada preparada, como se pudo ver ante Independiente en el verano, armada tras un tiro de esquina culminó en el segundo tanto de Racing: Cahais peinó el esférico en el primer palo y Martínez entró como una lanza por el medio del área para impactar sólo el balón hacia la red. La primera etapa terminaría de este modo. El conjunto albiceleste se llevaba al vestuario una ventaja impensada minutos atrás, una ventaja hasta cierto punto inmerecida pero bien capitalizada por los dirigidos por Vivas: La Academia supo marcar la diferencia en el momento oportuno, algo que Rosario Central no pudo hacer.

Si alguien pensó que, con el marcador dos tantos a cero, el equipo dirigido por Vivas iba a tranquilizarse y empezar a desplegar un volumen de juego mayor al mostrado en el primer tiempo, cabe decir que se equivocó de gran manera. El complemento se planteó en los mismos términos que los 45 minutos iniciales, es decir, con Rosario manejando la pelota y Racing esperándolo para salir de contra. Pero a diferencia de esos primeros instantes del partido, el conjunto dirigido por Russo no logró inquietar demasiado a De Olivera. El doble 5 elegido por Vivas pudo afirmarse y Mercado ya no perdió la espalda. Sin embargo, Central por el sólo hecho de poseer el útil mucho más que su rival, lograba incomodar a los defensores académicos. El arquero local pudo lucirse tapando espectacularmente un remate de Gómez desde la puerta del área. Más allá de esa jugada, el portero no tuvo trabajo. La visita abusó de los pelotazos durante gran parte de los segundos 45 minutos.

Por su parte, Racing sellaría el encuentro con otra contra a los 31: Hauche empezó a correr y nadie lo pudo detener, llegando al borde del área grande, y casi sobre la línea final, mandó una excelente asistencia al nueve goleador que, por supuesto, estaba donde debía estar. Gol de Bieler y 3 a 0. Esta combinación entre las dos incorporaciones marca un gran antecedente de cara a lo que vendrá. Luego del tercer tanto, los de Avellaneda empezaron a manejar más el cotejo de la mano de Lucas Licht.

En el haber quedan dos cuestiones: la primera tiene que ver con el aspecto defensivo ya que Racing, sobre todo en los primeros 45 minutos, mostró varias falencias. El segundo inconveniente pasó por el manejo del balón. Teniendo en cuenta que el Ratón Ayala firmaría el lunes y que tanto Yacob como Grazzini volverán al primer equipo en las próximas fechas, puede afirmarse que el conjunto de Vivas pareciera tener fundamentos varios para llevar adelante su ilusión de coronarse campeón. Sin sobresalir, La Academia superó por diferencia de 3 a un rival directo por la promoción, hecho que debería hablar por sí sólo en cuanto al verdadero objetivo del club para este torneo.

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