viernes, 15 de enero de 2010

River 1 - 2 Racing



SALTA.– Aun sin sobrarle mucho, Racing consiguió su primer éxito del verano. El triunfo por 2 a 1 ante un juvenil River le dibujó una sonrisa, quebró la serie de empates en el verano y lo dejó bien ubicado para la definición del Triangular de Salta. Si pasado mañana Independiente y los millonarios igualan, o gana el conjunto de Núñez, la Academia será el campeón.
 
A diferencia de la postura que había tomado en el partido con Independiente, anoche Racing le cedió la iniciativa a River. Presentó un medio campo de combate y buscó generar desequilibrio con la sociedad entre Grazzini y Bieler, pero el juego entre ellos se desinfló enseguida. Sí puede afirmarse que la Academia fue más oportunista. ¿Por qué? Porque golpeó en los momentos en los que los dirigidos por Astrada mejor manejaban la pelota.
 
Primero con un centro de Gabriel Mercado desde la derecha que contó con la complicidad de Navarro y se metió en el segundo palo (es cierto que la pelota es muy liviana y traicionera), y luego con un derechazo de Falcón desde afuera del área que se filtró en el ángulo superior izquierdo de Navarro (ahí, nada pudo hacer).
 
En el medio, River había igualado con un buen tanto de Barrado, que definió cruzado luego de tirar una pared con Villagra. El sector derecho (por detrás de Licht) fue bien explotado por el conjunto millonario, aunque casi todos se quedaron en las buenas intenciones. River tuvo más tiempo el balón, aunque eso no fue sinónimo de jugar bien y careció de peso en ataque. Porque Bou y Ríos recibieron más de espalda que de frente al arco rival y eso facilitó la tarea de los tres centrales. Los ingresos de Ortega (se saludó afectuosamente con Vivas) y del debutante Rojas intentaron darle otro empuje, aunque al conjunto igual le faltó claridad.
 
En Racing, Bruno Zuculini apareció con características muy similares a las de su hermano Franco. Aportó garra, aunque por momentos se le fue la mano con el empuje, con la vehemencia. Hasta Vivas le pidió que se calme en un par de oportunidades. Sigue esperando a Bieler, que se movió bien sin el balón pero no consiguió que sus compañeros lo asistan como él pretende. El partido le sirvió a Vivas para seguir buscando el mejor sistema con la vusta en el Clausura. Ayer utilizó tres esquemas distintos: arrancó con el 3-4-1-2 con el que finalizó en 2009, pasó al 4-3-1-2 (cuando se lesionó Cahais, con un golpe en el glúteo derecho) y luego siguió con el 3-3-2-2.
 
Más allá de los números, Racing tomó un buen impulso en esta ciudad. Le ganó a River y sumó rodaje rumbo a esa identidad que persigue Vivas.

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